Antes de empezar a leer esto, debo avisarle que si no conoce la historieta “Asterix”, puede retirarse porque no va a entender nada y si en cambio la conoce, también retírese porque esto le parecerá una aberración. ¿Se quedó igual? Bueno no diga que no le avisé, eh.

Banfielix es una aldea del conurbano bonaerense en donde manda un tal guerrero llamado Almeydix. Guerrero sin bigotes pero con pelo largo, esta semana le toco enfrentar a Brown de Adrogerix, comandada por el pequeño guerrero bigotón Asterix. Los bravos guerreros de Asterix venían de dejar sin corona a al turco Mohamex en la aldea de Parque Patrixiux —Huracán viene resucitando muertos desde antes que Jesús a Lazaro— y ahora recibían a Almeydix en su pequeño reducto. No fue una batalla fácil, los de Brown de Adrogerix atacaron pero chocaron contras las duras manos de Bologniux, arquero de Banfielix. Había empezado mejor el conjunto de Almeydix pero se fue desinflando con el correr del tiempo. Y ahí fue cuando la gente de Asterix aprovechó para ir al frente. Pero sin embargo Banfielix aprovechó la que tuvo. Chavix tiró una asistencia magistral para Salcedix, quien la mandó al fondo de la red. No había poción mágica que valga para Asterix y los suyos que terminaron con las manos vacias. Almeydix le ganó la batalla a Asterix. Si, me siento un pelotudo escribiendo así. Si, tiene razón, lo soy.

Y Banfield llego a la punta del campeonato. Al cierre de esta edición ya había pedido el Dortmund de Varela por 1-3 Contra Talleres de Córdoba (Curiosamente el Borussia Dortmund también perdió por una diferencia de dos goles ¿Dato curioso, no? Diría Niembro). Y no hay mufa que valga. Brown de Adrogué lo jugo a cara de perro y se lo tomaron como si fuésemos su clásico. Pero qué atrevidos estos muchachos, por favor. El equipo comandado por Pablo “Asterix” Vico fue bastante ofensivo, aunque empezó tibio. La cancha era chica, más de una pelota se fue a la calle, esperemos que no se lo descuenten del sueldo a Vico porque si no va a tener que agarrar el carrito de los lesionados y salir a remisear por ahí, hasta cubrir la diferencia. Obviamente para los planteos del “Pep” Almeyda, la cancha era chica y si uno veía las canchas de tenis de los costados, uno podía notar que estaban en mejores condiciones que la de fútbol. Cuando el arquero de uno es la figura del partido, es síntoma de que algo no anduvo bien. En este caso fue Bianchi Arce. Estuvo dubitativo e impreciso. Pero ojo, no fue su culpa, hubo un factor externo bastante importante que lo condicionó durante todo el partido ¿Un golpe? ¿Una amonestación? ¿Una amenaza? Ninguna de estas cosas, desde que el relator dijo “Bianchi Arce un jugador internacional”, que el pobre de Nicolás no la vio ni cuadrada. Ahora estamos punteros, por eso es indispensable cuidar ¿A los jugadores? No,
cuidarnos de los mufas de los periodistas que te queman y te mufan a cuenta con la palabra “candidato”.

Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO TALADRO - @Yuainjaim