El caso tomó notoriedad mediática en los últimos meses de 2013, cuando un informe de Jorge Lanata para el programa de Fantino develó que, lejos de tratarse de una molestia muscular crónica, el gemelo que alejaba a Riquelme de las canchas era su hermano Ramón.
Ramón Riquelme siempre mantuvo el bajo perfil, todo lo contrario a Román, máximo ídolo del club xeneize. Los gemelos tuvieron una pésima relación desde la infancia. La mamá de los Riquelme contaba que mientras Román tomaba la leche mirando al Topo Gigio, Ramón se iba a la pieza a ver a Carlitos Balá. Ramón siempre le robaba la comida al hermano y desde chico el enganche se quejaba con el famoso “me siento vacío”.
Ya de grandes, las cosas empeoraron: cuando Román empezó a triunfar en Boca, Ramón se inclinó por el rugby. Durante varios años jugó en las divisiones inferiores del Hindú Club, donde se destacaba por su entrega dentro de la cancha y por su compañerismo en el vestuario. A diferencia de su hermano, Ramón se llevaba muy bien con las barras. Si era necesario ponía plata de su bolsillo para tenerlas cerca y poder hacer biceps, triceps, pecho y hombros cuando quisiera.
Una vez retirado del rugby, el gemelo de Román decidió ponerse a estudiar. Primero terminó el secundario en el Pellegrini; después se recibió de ingeniero en la Universidad de Palermo; y por último obtuvo la maestría en el Instituto de Ingeniería Superior de Amsterdam Louis Van Gaal. Juan Román lo acusó de que el Pellegrini no tenía prestigio, que la Universidad de Palermo era una mentira y que los holandeses no entendían nada de esquemas.
Otro punto de conflicto del crack xeneize con su gemelo fue el tema de las amistades. Ramón es íntimo del Laucha Lucchetti, Christian Cellay, Martín Palermo y Julio Falcioni. Y siempre se encargaba de aclarar que tranquilamente podría ser amigo de Maradona porque compartía los mismos códigos que el Diego. La prensa también tomó partido: en una feroz discusión con Marcelo Palacios por el gemelo de Román, Horacio Pagani sufrió un infarto tras defender a Román a los gritos durante 17 minutos seguidos sin respirar, en vivo por Estudio Fútbol.
Los almuerzos familiares de los domingos eran otro tema de conflicto entre los hermanos. Mientras que el 10 siempre prendía el fueguito para el asado, el gemelo era vegano y se la pasaba comiendo ensaladas y productos naturales. El antagonismo se evidenciaba hasta en los comportamientos más cotidianos: mientras Román escupía el piso de la casa cada tres pasos que daba, Ramón paseaba con un Poet de lavanda por el living para aromatizar el ambiente por si llegaban a ir visitas.
Tras de la aparición pública de Ramón a fines de 2013, ambos hermanos mantuvieron los conflictos y las diferencias puertas adentro durante varios años. Pero en el 2018 las diferencias fueron insostenibles. La mamá ya estaba grande y no los podía manejar, por lo tanto Román y su gemelo decidieron presentarse ante la justicia para solicitar la renuncia al vínculo familiar que los unía.
Luego de 3 años, el órgano judicial dictaminó que los Riquelme seguirán siendo hermanos y gemelos, ya que por una cuestión genética es imposible negar su propia sangre. Pero a través de la novedosa medida cautelar ya no podrán acercarse el uno al otro a menos de 50 metros, y todo indica que a partir de ahora se terminarán definitivamente los problemas de Román con su gemelo.
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