Tanto en la vida como en el fútbol una persona
se acostumbra a compensar sus acciones, esto se da en diferentes momentos y
ocasiones.
Primer ejemplo: si uno se pasa todo el fin de
semana con amigos, ya sea jugando a la pelota, mirando partidos o comiendo
asados, lo normal es que al llegar el Domingo uno trate de compensar la
situación con su pareja, llevándola al cine, al parque o a comer en algún bar,
porque si no, no la pones ni en remojo.
Segundo Ejemplo: si en un trabajo grupal de la
escuela, facultad, universidad, etc, uno inventa cumpleaños de primos lejanos,
bar mitzvá de un vecino judío inexistente o turno con el podólogo para zafar del
cumplimiento de tareas, lo normal es que en el siguiente trabajo uno se ponga
el equipo al hombro y hurgue en todos los rincones de Wikipedia para conseguir
información que no es de nuestro interés, pero que sirve para aprobar una
materia y así algún día llegar a ser alguien en la vida.
Tercer ejemplo: como dijimos anteriormente
esto también sucede en el fútbol. Si un delantero que está encarando el arco
rival y teniendo pase, pierde la pelota, lo normal es que vuelva a toda
velocidad a su campo para tratar de recuperarla y así compensar su falla y en
algunos casos ganarse un inmerecido aplauso.
Cuarto ejemplo: Este ejemplo nunca lo voy a
lograr entender. Si en un partido un árbitro cobra un penal existente a favor
de un equipo, tarde o temprano en el partido, sea cual fuere la situación y los
equipos en cuestión, ante la primer jugada mínimamente dudosa, el colegiado se
va a encargar de inclinar la balanza para el equipo que supuestamente ha
perjudicado. En este caso cobrar a favor de Colón un penal que ni siquiera el
propio jugador (en este caso Facundo “misil en el traste” Curuchet) se iba
atrever a pedir.
Todos sabemos que la tarea de un árbitro es
muy complicada, que tiene un segundo para decidir y que siempre es más fácil
echarle la culpa a ellos, antes que asimilar los errores propios, pero es muy
doloroso que por querer compensar un penal bien cobrado en el primer tiempo, te
invente uno en contra en el segundo y te haga volver a casa con las manos
vacías.
Más allá de los análisis y las apresuradas criticas a
Russo, en mi opinión si se sigue con este rendimiento los resultados fuera de
casa van a empezar a aparecer en breve, lo que toma importancia vital en este
momento es seguir siendo fuertes como locales.
Por lo menos así lo siento yo.