NOVEDADES

24 septiembre 2013

ENTRE CANÍBALES


24 septiembre 2013

Por empirismo y merced a haber militado en la política del club ante el despido de Zubeldía, fechas atrás, redacté una nota cuyo título fue: “Saltó el fusible” y agregué: “De todas formas, me atrevo a arriesgar que además de la inoperancia, algo velado ocurrió de lo cual, tarde o temprano, nos enteraremos”. Bien, los hechos se precipitaron y dejaron al desnudo la feroz interna de Racing. Veinte días después saltó otro fusible: El ratón Ayala. Ahora, hay sedes tomadas, renuncias sugeridas, amenazas y mensajes mafiosos. Molina y Cogorno en una repugnante lucha de poder que deja nuevamente a nuestra amada academia en estado de coma.

Después de corroborar este contexto que yo intuía, comenzaron a cerrarme las cuentas, a comprender el comportamiento bipolar de jugadores y cuerpo técnico. De porqué “pasamos de ser Suiza para convertirnos en Siria” (palabras de otro catalizador que renunció: Rodriguez Hevia).

Lo más triste de toda esta patética historia es que se trata de un refrito de décadas que nos produce una gastritis crónica. Es como un alumno de segundo grado que pasó de ser el mejor a perseguir las sombras de los pájaros en el patio durante el recreo porque su madre se prendió fuego cual bonzo para noche buena (esto ocurrió). Es como una teoría conspirativa hecha realidad. Como V de Vendetta, como las torres gemelas destruidas por el propio Bush para buscar enemigos en el exterior. Como el eterno chivo expiatorio de Malvinas. Como toda interna política de cualquier país que apunta a la acumulación de poder a costa de miles de vidas inocentes. Es la misma mierda.

Y después de conocer el verdadero tamaño del iceberg, me atrevo a afirmar que esta mala racha fue un auto atentado. Molina tiene vínculos con Grondona y ganó las anteriores elecciones con escandaloso fraude. Lo viví de cerca, muy cerca. Tan cerca que sentí el mal aliento. Pasaron decenas de sucesos incomprensibles que desviaron la intención de voto en un tris. Y como paracaidista, empapelando media Avellaneda, de buenas a primeras y misteriosamente, surgió la imagen de Molina y comenzaron a desaparecer los otros candidatos. A esfumarse las cabezas de zonas o darse vuelta cual veleidosos panqueques. “Racing vuelve” ya tenía en su mano los padrones armados cuando las demás agrupaciones los recibieron en blanco y se desayunaron de la cantidad de firmas y padrones y el adelanto de la fecha de las elecciones. De un día para otro la guardia imperial comenzó a correr la voz que había que votar a Molina. Todos los medios periodísticos daban por ganadores a Modera o Sarcac. Ganó Molina jactándose de haber triunfado con la mentira (entre otras) de ser parte de un grupo que desarrolló un trabajo en el predio Tita Mattiussi y la creación de la escuela Primaria en la sede.

Paradójicamente, este actual problema futbolístico ya no pasa por el fútbol. En la familia, en cualquier empresa, en bandas de rock, diversas sectas, países tercermundistas, instituciones y colegios el desacierto, la lucha de poderes,  el desgobierno, la corrupción llevan a la devastación, al endeudamiento, al desconcierto de sus habitantes (en este caso de los jugadores). Y Racing pasa a convertirse en Tupac Amaru, descuartizado por cuatro jinetes del apocalipsis: Cogorno, Molina, Grondona y el SADRA.

¿Ustedes vieron el gol de Maxi Rodríguez? No fue una gran jugada del leproso sino desidia de la defensa, de gente que no sabe para dónde ni quien jugar. De frágiles presas entre caníbales.
¿Cómo seguirá esta parodia? ¿Morirá Macbeth? ¿Frankenstein armará otro monstruo con restos de cadáveres y cerebros corruptos? Los buitres eternos esperarán. 

Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO ACADÉMICO

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