A menudo, en esta columna semanal, encuentran un extraño lugar de autocrítica que francamente no suele ser muy habitual en diferentes medios de comunicación, ya sean partidarios o tradicionales.
Quien escribe (que en el final brinda su nombre, apellido y dirección de Twitter) es un fiel lector de todo lo relacionado con Independiente y uno generalmente allí encuentra durísimas críticas (con razón, claro) a Javier Cantero, dirigencia en general, director técnico (ahora un poco menos porque es nuevo), Vallés, Alderete, Menéndez, plantel, etcétera.
Ustedes, queridos lectores, sabrán disculpar estas líneas autorreferenciales, pero realmente no puedo evitar observar muchas responsabilidades, sobre la angustiosa situación del Rojo, en los propios hinchas. Sería más simple dedicarle media nota a la burrada de Vallés y la otra mitad a la irresponsabilidad de Alderete, pero me surgen otros pensamientos, que considero más profundos y conducentes.
Veo un equipo que va exactamente al ritmo del hincha, como si fueran de la mano, como siameses.
En las primeras fechas, desde las tribunas y las plateas, nos sentíamos totalmente perdidos, desorientados, sin todavía haber podido asimilar el grosero golpe que nos habíamos dado. Adentro de la cancha nuestros once circunstanciales representantes demostraban iguales características.
A medida que pasaba el tiempo, teníamos intensos berrinches y no queríamos aceptar el lugar dónde estábamos, nos quejábamos. Y desde el verde césped las respuestas no llegaban y los bajones continuaban: Brown de Adrogué, Aldosivi y Tucumán.
Ya un poco cansados del vapuleo y las cachetadas, de a poco, comenzamos a ubicarnos y a entender qué nos pasaba. Ya sin tanta soberbia ni caprichos en Parque Patricios pusimos un freno, abrimos los ojos y llegaron los tres puntos.
La tormenta había pasado y ahora llegaría otra etapa difícil y farragosa: levantarse. Y allí estamos, con un montón de dolores, pero con fe y confianza, nos estamos recuperando, nosotros en la tribuna y ellos corriendo adentro.
Ya pasó lo peor, estamos en una curva ascendente. Sigamos creciendo como equipo. Ah, y claro, sigamos creciendo como hinchas también. Fuimos grandes, depende de nosotros volver a serlo.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO ROJO - @GastonIbarra
