DIOS: Justo ahora que tengo sacar la tarta... ay, ¡me quemé y la virgen santísima que me parió! ¡Hola!
ANGELICI: ¿Hablo con el Altísimo?
DIOS: Más o menos, en mis tiempos jugaba al basket, de ayuda-base, no me dio nunca para pivot, porque...
ANGELICI: Soy Daniel, soy presidente de un clú de fútbol argentino.
DIOS: Ah no, Danielito, no. Si te peleaste y Grondona los mandó a la "B", yo lo siento. Ni en pedo me meto a arreglarte los quilombos. Ni se te ocurra presentarte a elecciones.
ANGELICI: No, Señor, soy Angelici.
DIOS: ¡El ángel de easy! Al fin, ¿cuándo me van a traer la mesita de jardín que compré el mes pasado? Con la demora que tienen es una vergüenza que te cobren el envío.
ANGELICI: No, señor, soy el presidente de Boca.
DIOS: ¡Mauricio! ¿Cómo andás? Te vi sin bigote, te queda mejor.
ANGELICI: No, señor. Macri ya no es presidente de Boca. Yo simplemente sigo su ejemplo.
DIOS: ¿Vos también imitás a Freddy Mercuri?
ANGELICI: No, sigo su ejemplo como presidente de Boca.
DIOS: Mirá, Dany, yo veo todo. Vos seguís su ejemplo, sus consejos, sus instrucciones... Te tienen cortito.
ANGELICI: Compartimo' mucha' cosa'.
DIOS: Sí, las dificultades para el castellano, por ejemplo. A él le cuesta pronunciar la "R" y a vos jamás se te cae una "S". ¿Quién te dio mi teléfono?
ANGELICI: Bianchi, la última vez que no' vimo'. Dice que deje de pedirle a él y llame a este número. Que usted dejó de atenderlo. Estaba enojado.
DIOS: Decile que se acuerde que la última vez que hablamos Burdisso hizo dos goles. Si eso no es abuso, yo soy Jesica Cirio.
ANGELICI: Ahora que la nombra, acá en Boca se rumorea que...
DIOS: Yo tengo códigos. ¿Querés que hablemos de Huracán?
ANGELICI: Preferiría que no.
DIOS: Entonces nos entendemos. Siguiente pregunta: ¿Para qué llamás?
ANGELICI: Quiero hacer a Boca todavía má' grande. Hacer una cancha má' grande
DIOS: ¿Para qué vas a hacer otra más grande si no la llenan nunca?
ANGELICI: No diga eso, voy a pensar que usted es de la contra. Igual le decia má' en general, hacerno' má' grande', agrandar la familia boquense...
DIOS: E integrar japoneses, noruegos, ingleses, españoles que vienen de tour a la Boca. Me gusta la idea.
ANGELICI: Claro, pero sin sacrificar la identidad, Boca es pueblo.
DIOS: ¡Dejá de joder! Desde que lo agarraron ustedes, ¡Boca es una atracción turística! Si sos argento, conseguir una entrada es un bardo. Tienen la cancha loteada de abonos y paquetes para agencias de viajes. Dentro de poco la barra brava va a vender excursiones. Pensalo: "Sea de la 12 por una tarde”.
ANGELICI: Le prometo que lo voy a pensar. Aunque yo imaginaba algo impactante...
DIOS: Más impactante que la camiseta rosa, imposible. Buena táctica, los rivales tienen que jugar con anteojos negros, si no se encandilan y los cagan a goles.
ANGELICI: Marketing, hay que renovar las maneras de generar ingresos.
DIOS: Y sí, de algún lado tenés que sacarla para pagarle a Román. Cómo te abrocharon ahí.
ANGELICI: Uno busca el bien de Boca, Señor. La' cuestione' personale' no importan. Yo protejo los intereses del club. A mí me votaron lo' socio'...
DIOS: Lo’ socio’, lo’ socio’... ¡Los socios fantasmas, papá! Juntaron 13 mil en menos de un año, ¡eso es más raro que ver a Ribair Rodríguez bailando en el recital de Justin Bieber!
ANGELICI: Entiendo, ¿pero entonces no me va a dar nada? Estoy viajando por Europa, viendo a los clubes más importantes del mundo...
DIOS: Está bien, te puedo conseguir un par de entradas para la Champions. No te digo el Barcelona, pero tengo platea alta para un Olimpiakos-CSKA.
ANGELICI: La verdad que no me interesa el partido.
DIOS: No, claro, cierto, si a los hinchas de Boca el fútbol no les interesa. Con los penales les alcanza. Por eso contratan a Bianchi.
ANGELICI: Lo noto agresivo, Señor.
DIOS: Para nada, pasa que vos sos muy sensible, Danielito. Dejá de joder con la grandeza y esas cosas. Si te sirve ese verso para engatuzar japoneses que vienen a ver a Boca y a escuchar un tango trucho, dales el espectáculo. Dejá de pensar en el fóbal, si es que alguna vez lo hiciste.
ANGELICI: Siempre pienso en fútbol.
DIOS: No te creo. Cuando compraste al Chiqui Pérez seguro que no.
ANGELICI: Bueno, digo que...
DIOS: Dejá, Dany. No pidas nada. Dejá que Mauricio te siga pasando las instrucciones. En todo caso decile que me llame, que hay asuntitos sobre su futuro que podemos conversar. Vos manejáte con él.
ANGELICI: Está bien, ¿quiere que le diga algo?
DIOS: Sí, decile que ponga un metrobus en Cabildo, no se puede manejar por ahí. Y encima me putean a mí cada dos por tres, que se haga cargo.
ANGELICI: Le aviso.
DIOS: Dale, sé bueno. Hacéme el favorcito. Te dejo porque tengo una tarta y se me va a enfriar.
ANGELICI: Bueno, gracia'.
DIOS: De nada, nene. ¡Acordate que en Europa te conviene usar la de débito, eh!