13 agosto 2013
UN TÉCNICO CAPRICHOSO
13 agosto 2013
Y se vino el debut nomás de este “nuevo/ viejo” equipo. Es nuevo por algunos nombres y es viejo por las fallas que el “pelado” Almeyda viene arrastrando en el equipo desde el torneo pasado.
Bien Nicolas Domingo en la marca, se acopló bastante bien al medio. El mejor dentro de la cancha —para mí—, se mostró sólido, distribuyó bien la pelota, en líneas generales el mejor de Banfield. Otro que hacia su estreno era Cazares, demostró destellos de su juego, era el que mejor pie tenía en el partido contra la “Fragata”. Bianchi Arce bastante seguro, a veces se le iba la pata de más, pero es normal en un rústico. También volvía el Beto Bologna, y el Beto es el Beto. Sacará pelotas magistrales y cometerá actos de inseguridad dignas de la madrugada bonaerense, pero es un gran arquero. Regresaba “Taglia”. Pintaba lindo. Usted habrá visto el partido, no vamos a ahondar en detalles sobre lo ocurrido. Chávez, a pesar de haber marcado un gol, siguió siendo el mismo autito chocador de siempre. Banfield mereció más y el que merece más es porque hizo más, pero a la hora de hacer más, Chetti dudo más que Ricardo Fort a la hora de hacerse cargo de su homosexualidad y se perdió dos terribles mano a mano. Zarif al banco, un tipo con el juego y la experiencia de Zarif no puede estar en el banco, ya lo demostró en el torneo pasado. Es un tipo que intenta, que agarra la lanza y se manda al ataque como un soldado hoplita enfurecido. Contagia las ganas. La línea de tres que plantea Almeyda es un capricho que viene desde su época de entrenador de River. Una línea de tres en el Nacional B, es más suicida que pararse en el medio de la estación Lanús a la madrugada, con un Samsung Galaxy S4 a mensajearte con tu novia. A Almeyda se le cumplió con todos sus caprichos —sobre todo de pretemporada— y ahora sigue con sus caprichos, pero tácticos. Habrá que ver si el tiempo le da la razón. Es muy pronto para hablar, recién estamos a las puertas de la fecha dos. Pero el pelado viene de antes.
Ahora, cambiando radicalmente de tema, la semana pasada la Asociación del Fútbol Argentino, empezó a reconocer a mansalva todas las copas ganadas en la etapa amateur del fútbol argentino. Todo bien —yo estoy muy de acuerdo con la medida— pero el tema es que sacaron este “reconocimiento” para tapar la enorme cagada que se mandaron con el reglamento de la “Super Final”. La AFA antes de reconocerte un error, prefiere reconocerle copas hasta a Estudiantil Porteño. En el mundo Banfield siempre se habló de la Copa de Honor lograda en 1920. Siempre estuvo la corriente de que debería ser “incorporada” a la camiseta en forma de estrellita. Si Boca en su escudo te metía una estrella por la Copa de Honor de 1925 ¿Por qué nosotros no? Siempre se habló de este tema, no es algo que se habla ahora porque esta de “moda”. Ahora el escudo de Banfield estará adornado con dos estrellas. Y como dirían los titulares habituales: “Ya hay polémica”. Están aquellos que sostienen que no habría que ponerla sobre el escudo y los contrarios, que sostienen que no. En mi opinión, la Copa de Honor, es un logro válido, muy meritorio por cierto. Se le ganó en la final a Boca Juniors. Algunos dirán: “eh pero Banfield había perdido y lo metieron de vuelta porque Lanús fue desafiliado”. Y sí, tendrán razón, ganamos la copa que Lanús abandonó, una sana costumbre.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO TALADRO - @Yuainjaim