Marcelo Tinelli: ¡Hola! Disculpe, me dijeron que este era el número de Dios, el único y verdadero ¿es así?
Dios: Más o menos. Depende para quién. Para los griegos no, para los católicos sí, para los judíos, más o menos. Para otros soy como Arsenal, no existo.
Marcelo Tinelli: Bueno, Señor, yo soy católico, qué emoción...
Dios: ¿Vos decís? Hay religiones más emocionantes. Los raelianos, por ejemplo...
Marcelo Tinelli: ¡No puedo creerlo! Me presento, me llamo Marcelo Tinelli. Soy muy creyente.
Dios: ¡Y cómo no vas a creer, gomazo! Si creo que te ayudé más a vos que a todos los Grondona juntos.
Marcelo Tinelli: Bueno, pero algún mérito tengo, vengo bien de abajo.
Dios: ¿Ah sí? ¿también sos dotado? Además de toda la tarasca que tenés venís bien de ahí, ¡qué envidia!
Marcelo Tinelli: No, Señor, digo que salí de un hogar humilde. Todo lo que tengo lo conseguí trabajando.
Dios: Andá...Si eso es laburar, ¿qué es lo que hace un gil que ticketea 8 horas en un peaje?
Marcelo Tinelli: Entiendo, Señor. Disculpe que lo moleste pero quería pedirle algo.
Dios: ¿Qué más? Tenés todo.Te la pasás entre gatos, la juntás en container, te cagás de risa de todos...
Marcelo Tinelli: Sí, pero ahora estoy en otro rubro. Resulta que hay un equipo que se llama San Lorenzo.
Dios: ¿Vos también con eso? Francesco I también me jodió con lo mismo. Te digo lo mismo que a él: Ojo que tengo otros equipos católicos: en México está el San Luis, en Brasil el Santos, en Argentina tenemos todos los San Martines que quieras... aunque prefiero a San Martín de San Juan, es dos en uno.
Marcelo Tinelli: Bueno, pero nosotros somos católicos, usted conocerá la historia de Massa...
Dios: Sí, Intendente de Tigre, Jefe de Gabinete, líder de la oposición... Este fin de semana le di una manito.
Marcelo Tinelli: No, digo la historia del cura Lorenzo Massa. Él vio la...
Dios: ¿Él también? ¿Pero che, qué pasa en esa Iglesia? ¡Necesitan alguien de recursos humanos ya! No podemos dejar entrar a tantos violetas a la institución...
Marcelo Tinelli: No, el padre Lorenzo no hizo nada malo. Decía que él vio la alegría que el fútbol...
Dios: Sí, sí, ya conozco esa historia. Lindo homenaje le hicieron, lo convirtieron en un santo de cabotaje.
Marcelo Tinelli: No diga eso. Ganamos copas internacionales. Tenemos la Mercosur, la Sudamericana...
Dios: Claaaaaro, son reimportantes, re. La Mercosur duró menos que Cappa en Gimnasia. La Sudamericana la ganó Cienciano, Pachuca... imaginate, ¡el equipo de la contra la ganó con Hilario Navarro al arco! Eso sí, tendrían que conseguir la Suruga Bank, como para alcanzar a Arsenal en la estadística...
Marcelo Tinelli: Está bien, por eso es que lo llamo. Ambos sabemos que San Lorenzo tiene una deuda...
Dios: Bueno, si tenés a Abdo y encima contratás a Caruso, jodete. Vas a tener que pagar, olvidate.
Marcelo Tinelli: Me refiero a la Copa, señor. Yo quiero ganar la Libertadores. Para eso me metí en el club.
Dios: ¡Y pusiste de presidente a un tipo que hasta tiene apellido de chupamedias!
Marcelo Tinelli: Bueno, será obsecuente quizás, pero es de los leales.
Dios: ¡Uy! ¿Me conseguís un autógrafo? Alta cumbia. ¿Así que Lammens tocaba ahí? Lo veía más careta.
Marcelo Tinelli: No, no. No importa. Señor: necesito la Libertadores, ¿cómo se lo tengo que pedir?
Dios: Y... en el 95 prometiste una caminata a Luján... Ahora no sé, no se me ocurre... Es muy jodido. Tendrías que ir caminando al Vaticano.
Marcelo Tinelli: Pero eso es imposible, ¡hay un océano de por medio! El único que caminó sobre las aguas fue su hijo...
Dios: Ya sé. Fue un milagro. Igual, fue más fácil que hacer que San Lorenzo gane la Libertadores.
Marcelo Tinelli: Pero alguna alternativa tiene que haber... Puedo reforzar el equipo, traer otro técnico...
Dios: Mirá Marcelito, no creo que puedas ni conmigo de técnico y mi hijo de nueve. Aparte los fines de semana yo descanso y mi hijo se muere los viernes y resucita los domingos. Va a jugar menos que Riquelme.
Marcelo Tinelli: ¿Entonces no hay esperanza?
Dios: Es más probable que Francisco I se anote para el próximo bailando y haga pareja con Belén Francese que ver a San Lorenzo campeón de la Libertadores. Es hora de que lo asumas.
Marcelo Tinelli: Y eso... ¿usted me lo podría gestionar?
Dios: Está jodido. Igual, así como está, Francisco I tiene más movilidad que Ortimorza. Ojo, si llevaste a la Tota Santillán por ahí el jorobado también te sirve. Pensálo.
Marcelo Tinelli: ¡No se burle así de mí!
Dios: No te hagás la víctima, nene, ¡vos las querés todas! Boludeaste a medio país con las cámaras, te le cagás de risa a los gatos que invitás a bailar... Encima ahora me entero que venís bien de abajo...
Marcelo Tinelli: Y dale con eso. ¿Entonces no me va a ayudar?
Dios: Mirá, por ahora conformate con la Copa Argentina. Es ideal para San Lorenzo. Les puse en el camino todos los equipos chotos que pude. Una copa de cabotaje, ¡cierra perfecto!
Marcelo Tinelli: Sí, pero el campeón clasifica a la Libertadores, y ahí, otra vez...
Dios: Marcelo, todo no se puede. En serio, me estás pidiendo demasiado. Acordate de Abdo, del gol de Bueno contra San Martín de San Juan... No fue hace tanto.
Marcelo Tinelli: Bueno, es cierto. Quizás sea demasiado por ahora.
Dios: Y sí. Hay que dejar algo para los demás, Marcelo. Fijate, por ahí tenés que hablar con Santa Rita, que es la patrona de los imposibles.
Marcelo Tinelli: Ah, bueno. ¿Me pasa el teléfono?
Dios: Ok, pero primero decime: ¿Quién te dio el mío?
Marcelo Tinelli: Francisco I, estuve en Roma con él ayer. Buen tipo.
Dios: Ah mirá vos, entonces decile a él que te lo pase. Para eso es mi representante en la tierra. Que labure.
Marcelo Tinelli: Espero no haberlo molestado demasiado.
Dios: No es molestia, pero es un poquito de abuso, Marcelito. En serio. Pensá que si te hago caso, después va a venir Fabbri a pedirme que Platense gane el mundial de clubes, o Nino Dolce a pretender que Lanús no pechee...
Marcelo Tinelli: Está bien. Fue un honor hablar con usted. Le agradezco igual.
Dios: Hacés bien, acordáte cuando relatabas, deberías agradecerme toda la vida. Ahora te dejo porque me voy a meditar.
Marcelo Tinelli: Bueno. Gracias y hasta pronto.
Dios: De nada, nene, ¡saludos a Peter y Paula! Chau, chau, chauuuuu...
