No conformes con los tres goles de la fecha pasada, los muchachos del fondo quisieron repetir el hito en la noche de lunes y se rompieron el lomo para lograr que nuevamente sumemos tres pepas en contra.
A esta altura no sé si es que no se entiende el concepto, si no se entienden entre los defensores, si no entienden al técnico o el técnico no entiende; pero que un equipo que había hecho un gol en tres fechas nos meta tres juntos, es inentendible. ¿Qué pasa con la pelota parada? ¿Vamos a seguir dando ventaja cada partido? No importa cuánto poder ofensivo tengas, cuánta creación… Si no despejamos los centros que caen en nuestra área, seguramente sigamos teniendo que ir a buscarla adentro. Y levantar tres veces un resultado es difícil. Ayer pudimos dos veces, pero no alcanzó. Quizás podemos apelar a la inteligencia táctica para paliar incapacidades técnicas. Es decir, si no podemos despejar los centros, no hagamos faltas cerca del área. Claro que ni Prósperi el jueves, ni Más ayer, pudieron hacer la sinapsis necesaria.
Con la bronca que me da perder de la forma que perdimos los últimos tres partidos, pienso a qué podemos aspirar con este fondo. Ya rotamos a los defensores, cambiamos al aquero, y reforzamos el sector con un defensor con lesión de yapa. Ahí está el asunto. Si por arriba andamos bien y con recambio. Verón altísimo, Cauteruccio goleador. Mirá cuando terminen de enganchar Correa, el Pipi, Piatti… Pero tenemos que tener seguridad abajo y construir desde ahí.
Parece que el veranito del técnico va llegando a su fin y el eco de los murmullos que empiezan a llover por el Ciclón habrá que combatirlo con resultados. En el horizonte está River para revertir la racha. Le regalamos el partido en el NG por Copa. La venganza arranca en casa la fecha que viene, para terminar en el gallinero la semana que viene. Vamos que las gallinas ya conocen de humillaciones santas.
ADELANTADO CUERVO
