En la vorágine del fútbol argentino, cuando los resultados se dan en 3 fechas, uno se cree que es el Manchester. De repente pasamos de ser un equipo lleno de nombres que uno no conoce, a ser el puntero del campeonato. Pasamos de pelear el descenso a “pensar en la tabla de arriba”. A todos nos gusta y nos ilusiona pensar, en que por ahí, somos los protagonistas de la típica película que pasan por Canal 11 a la tarde, en donde un equipo de desconocidos, a pesar de todas las contras que tiene, sale campeón venciendo a todos los poderosos a base de sacrificio, amistad y picardía. Bueno, un poco de esto pasó contra San Lorenzo, ¿no? Sin embargo, uno es consciente de que esas cosas no pasan en la vida real.

Lamentablemente, seguimos siendo un equipo escueto que pelea el descenso. Y con esto no le saco mérito a nada. Caruso se las está arreglando de forma envidiable con los jugadores que tiene, y cada uno de los jugadores que forman parte del plantel están dejando todo y mucho más por el bien de Argentinos. Eso es lo que a uno lo llena de orgullo.

Más allá de lo que uno pueda pensar a todos nos gusta que un tipo como Boyero, humilde y con una carrera desconocida para la mayoría, de repente haga los goles y baje pelotas. Esa humildad que tiene el 9 de Argentinos lo hace más querible. Obviamente, no se le puede pedir que gambetee a 3 y la clave en el ángulo. Pero con lo que tiene se las arregla para hacer en 4 fechas muchísimo más de lo que hizo Leandro Caruso en 2 campeonatos (y casi seguro que cobrando la mitad o menos). Igual, uno tiene que ser mesurado con lo que piensa sobre el equipo, no tiene que creer que estamos para salir campeones ni mucho menos. Sino que estamos para pelear el descenso y que va a ser recontra difícil este campeonato (tal vez más difícil que el pasado que tuvimos que hacer en 5 fechas lo que no hicimos en 33 anteriores). Aunque no te lo voy a negar. Por más que seamos un equipo de desconocidos que peleamos el descenso, es muy lindo ser ingenuo, aunque sea tan solo por 5 minutos y disfrutar de este equipo y soñar que, en una de esas, peleamos el campeonato.
Por lo menos así lo siento yo.