De todos modos, es importante y valioso arrancar ganando. No lo vamos a negar. Pero si Olimpo de local nos complicó tanto, qué nos espera contra rivales más fuertes. Convengamos que el equipo no ayudó a la tranquilidad del hincha. Los centrales no se entendieron nunca y en su confusión arrastraron al arquero, que hizo honor a Migliore en algunas salidas y despejes. Con una base así, difícilmente se puede construir algo mejor arriba. El Pipi poco claro en la creación, Buffa flojo en los centros, Correa a cuentagotas y Verón con poco trote. Los dos goles del primer tiempo llegan por falencias al momento de despejar la pelota del área. Olfato goleador para los dos delanteros cuervos: el debutante y el cedido.
El segundo tiempo arrancó igual, mismo once, misma dificultad en el juego. Y aquí la buena noticia: San Lorenzo tiene recambio. Desde el banco salió Ortigoza. Debo decir que al verlo en la cancha me recordó esas épocas nefastas no tan distantes. Ortigoza en el campo, Asad en el banco, Abdo en el palco… Escalofríos. Pero afortunadamente, me sacó esa sensación a fuerza de buenos pases y empuje. Grata sorpresa. Se nota que se entiende muy bien con Mercier. Por lo cual, Pizzi tendrá que analizar bien qué rol le da al gordo. Si con él se potencia quien hoy por hoy es el mejor jugador del equipo, tendrá que estar. Para completar la tarde y cuando ya creíamos que sí, efectivamente, habíamos mufado a Correa con la catarata de alabanzas, el pide se apiló un par de rivales y asistió para el gol de la fiesta.
Ya pasó el debut y con triunfo. Que la euforia no tape lo importante. No se jugó bien y no se mostró lo esperado. Claro, un listado de buenos jugadores no hace un equipo. Pizzi tiene en la abundancia un potencial problema sino arma un equipo equilibrado y seguro. Que arranque desde la defensa que es lo que más urge. De ahí en adelante la cosa se irá aceitando.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO CUERVO
