Tacho en mi mente otra semana, otro domingo sin sentido, otro fin de semana sin River. Menos mal, ya vuelve todo a la normalidad: ya volvemos a laburar cansados por haber ido a la cancha, ya vamos a recibir cada uno su respectiva cargada o vamos a mofarnos de algún amargo. Ya vuelve a rodar la razón de nuestra locura, de nuestros cambios de ánimo, eso por lo que esperamos con tanta ansiedad que pase rápido la semana. Vuelve a girar la redonda.
Después de arrancar hecho un freezer, el mercado de pases se nos abrió con la llegada de varios jugadores pedidos por el Pelado. Y eso nos ilusiona. Pudimos ver poco fútbol, los amistosos no mostraron casi nada; no hay más que esperar a verlo dentro de la cancha el domingo, cuando los corazones del mundo riverplatense vuelvan a latir. Los nombres ilusionan: hacía mucho que no llegaban los jugadores que fueran prioridad del entrenador, y el riojano tiene mucho que ver en esto. Su figura presiona a los dirigentes a la hora de negociar, y él no se conforma con nombres de segunda selección.
Ideas. Sólo eso vimos, ninguna afirmación. Que línea de tres, que doble cinco, que doble enganche, que un delantero, que uno por afuera. Hay esquemas armados para todos los gustos pero nada confirmado, sumado a que todavía el millonario no se fue del mercado de pases. Así que nada se sabe con convicción, sólo hay bocetos y reseñas de lo que será el once titular.
River va a tener que convivir con dos partidos cada siete días la mayoría de las semanas de éste semestre, si todo resulta como esperamos. No creo que haya dos equipos competitivos, pero sí que hay un plantel grande y varias alternativas, aunque Ramón no es tonto: en algún momento habrá que poner la mira en uno. Mientras se pueda, peleará por ambos frentes.
El equipo viene de un buen torneo con un plantel mediocre en rendimientos, que mantiene su base para sumarle jugadores de nombre y nivel. Las ambiciones y las presiones son otras: se sabe que River este semestre debe salir campeón. Cualquier otro resultado tendrá olor a fracaso. Contra Racing se vio algún indicio de la línea que Ramón intentará seguir: fútbol ofensivo constante, con juego asociado y salida por las bandas. Los nombres podrán variar, pero no creo que así lo haga la idea.
Será cuestión de que la pelotita gire de nuevo y la banda salga a la cancha nuevamente, con caras y pretensiones nuevas. La gente cree en este equipo y se ilusiona con los nombres. Más de medio país queremos a fin de año tener una alegría, queremos ver a nuestro River dando la vuelta, como la historia marca.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO MILLONARIO - @Gaspar_L