Si tenemos que destacar a alguno de los jugadores del plantel Sabalero, la figurita difícil, la joyita… sin lugar a dudas todos los dedos apuntarían a Leonardo Sebastián Prediger. Logró semejante título a fuerza de perseverancia, entrega, calidad y buen fútbol, ganándoles la pulseada por algunos puntos a otros jugadores de buen pie que hay en el plantel, aunque en el último torneo, esos dones mágicos permanecieron casi ausentes.
El “Perro”, tiene ese algo que no se puede describir, esa capacidad innata para poner la pelota en el lugar indicado, en el momento justo cuando el adversario no lo esperaba. Tiene además la posibilidad de llevar al simpatizante de ley del murmullo permanente al aplauso estridente, y como toda joya sólo es necesario pasarle un poquito de lustre para que muestre de qué material está hecho realmente.
Prediger es el típico jugador, que inspirado, toca dos pelotas y arma un batifondo terrible en el área del adversario. Es quien con sus asistencias casi perfectas, te gana un partido. Es el que necesariamente debe tocar la pelotita para que llegue a buen puerto. Es quien te garantiza que un pase sea medio gol.
En este torneo que se inicia, tendrá una doble misión: desde lo grupal afrontará la responsabilidad de comandar, desde adentro del campo, un Colón nuevo sin tantas figuras y con muchas necesidades.
Desde lo personal, tendrá la posibilidad de revertir todo aquello que en los últimos tiempo lo ha alejado del buen paladar futbolístico, deuda pendiente que la Patria Sabalera espera que le salden lo antes posible, porque el sabalaje se lo merece.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO SABALERO - @Colon_Historia
