Me acuerdo perfectamente lo primero que pensé cuando me enteré que el Ruso Zielinsky se había convertido en el DT del Pirata.. ¿Y éste quién carajo es?
Nuestro presidente fue a buscarlo y lo trajo callado la boca. No lo consultó con nadie, se la jugó. Por ese tiempo, el Ruso estaba al frente de Patronato de Paraná y sin vueltas, se puso al mando del barco de los Celestes. Desde su llegada, con muchísimo laburo y humildad, el DT se cansó de lograr cosas. La imagen de porteño fanfarrón fue quedando de lado y empezó a ganarse el afecto de la gente. Sacó al Pirata de los últimos puestos de la Nacional B y lo llevó a Primera. ¡Lindo quilombo armaron sus dirigidos aquel día histórico!. Inolvidable.
Desde el retorno a la máxima categoría, logró obtener dos veces un segundo puesto. También consiguió, en la primera temporada, la mejor campaña de Belgrano en torneos de AFA en Primera División. Como si fuera poco, el campeonato pasado, volvió a conseguir un nuevo récord en sumatoria de puntos mejorando lo hecho un año atrás. Pero eso no es todo, también metió de cabeza a Belgrano en la Copa Sudamericana.
El Ruso es un tipo sencillo, humilde, trabajador, ordenado y de bajo perfil. Y es innegable que todas esas cualidades se ven reflejadas en un equipo que, más allá de tener uno de los presupuestos más bajos en cuanto a jugadores, no deja de superarse día a día.
Sin embargo, más allá del aval de los números, el estilo del DT es bastante criticado. No solamente por los adversarios, sino también, por algunos hinchas celestes. Se le suele reprochar que peca de amarrete en algunos partidos (o en casi todos), que los cambios se repiten siempre, que no da rodaje a los pibes, que se encachila con los referentes y los banca a muerte, que juega de contra y no va al frente y miles de cosas más. En mi opinión, y respetando todas las demás, creo que Belgrano llegó a donde está por un trabajo serio impulsado desde cada rincón del club. Y el Ruso junto a su cuerpo técnico, a la hora de trabajar, supieron alinearse perfectamente detrás de esa premisa de seriedad.
Mi querido Ruso, unos cuantos nos sentaríamos -café por medio- a debatir un poco sobre fútbol con vos. Pero mientras los resultados sigan de tu lado, no hay razón para que adoptes las modificaciones que damos desde nuestros inventados roles de barcelonistas y directores técnicos.
Me despido con una frase del entrenador en respuesta a un periodista bien boludazo que le preguntó cuándo sería el momento de agarrar un ‘equipo grande’: “Ya estoy en un equipo grande. Que esté en el interior, no significa nada”.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO PIRATA - @1metroAPirata