Tras su conflictivo paso por Racing y una fugaz estadía en México, en el 2013 Teófilo firmó con River. Las expectativas en Núñez eran enormes. Todos estaban muy sorprendidos con el comportamiento del jugador en las primeras semanas, pues se lo veía tranquilo a pesar de los antecedentes que lo marcaban como una persona problemática. Teo declaró: "En México hice un curso en la Academia 'Reivindiquemos a Don Ramón', que me sirvió mucho para controlar la ira". Esto se vio reflejando en el festejo de su primer gol con la casaca millonaria, cuando el delantero mostró una remera con la cara de Doña Florinda tachada. Pero los problemas no tardaron en llegar.
El colombiano volvió a sacar un arma en el vestuario. Esta vez no fue nada de paintball, sino que sacó una ballesta. Luego declararía que había sido en defensa propia, ya que siempre que se iban a duchar, Balanta sacaba su pistola negra de grueso calibre sin que nadie le dijera nada. Con el correr de los meses, las cosas iban de mal en peor: el colombiano contabilizaba más disparos en el vestuario que al arco rival. Fue entonces que su paso por la entidad millonaria llegaría a su fin.
Teo se ofreció para jugar en Arsenal, pero la negativa de Grondona lo obligó a apuntar los cañones hacia otro lado. No tardó en llegar la oferta de Gimnasia y Tiro. El presidente gatilló el pase y el colombiano se subió al tren bala con su bolso lleno de
En la primera temporada en Salta tuvo una performance impresionante y se convirtió en el "capo cannonieri" de la B Nacional. En la pierna derecha tenía un misil. El colombiano promediaba 45 disparos por partido, y la pelota siempre se metía en el ángulo, a 9 mm del poste.
En enero de 2020 explota la bomba en el mercado de pases: Teo vuelve a Racing, equipo que dirigía técnicamente Sebastián Saja. La noticia revolucionó Avellaneda. Los hinchas esperaban un tirador certero, infinitamente preciso y con pulso perfecto. Pero el delantero ya estaba viejo y acabado. Comenzó a errar como Funes Mori, estaba menos preciso que Somoza y el pulso le temblaba como a Michael Fox. Teo entrenaba poco y se la pasaba todas las tardes en el CTER (Club de Tiradores Elio Rossi). Se vuelve adicto a la sopa de municiones, y de postre toma café colombiano con cañoncitos bien cargados de dulce de leche. Esto le hace perder la forma y sube 15 kilos en 3 meses. Es entonces que Saja lo borra del plantel y el delantero decide retirarse, jurando venganza.
Cansado de tantos problemas, Teófilo se compra un campo en Las Armas y se va a vivir lejos de todo. Meses más tarde, con la excusa de recomponer la relación tirante que tenía con Saja, lo invita a su cabaña en la coqueta localidad de la Provincia de Buenos Aires. El ex arquero acepta sin sospechar las verdaderas intenciones del colombiano. El encuentro fue hace un par de semanas. Sebastián llegó al lugar, y cuando se acercó a la casa, vio que a lo lejos se acercaba un vehículo extraño y grande a toda velocidad. Era Teo manejando un tanque de guerra. Saja no tuvo manera de escaparse, y el desequilibrado ex delantero lo pasó por arriba sin piedad. "Era un patty gigante" declararon los peritos una vez que llegaron al lugar y vieron el cuerpo sin vida de Sebastián.
Teo fue detenido hoy a la mañana, cuando entraba a la panadería del barrio a comprar los cañoncitos con dulce de leche para el desayuno. Por la tarde será trasladado a Ezeiza donde lo espera su ex colega y amigo, el convicto Pablo Migliore.
ADELANTADO DEL TIEMPO
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