NOVEDADES

16 julio 2013

DESAFÍO DE GANADOR


16 julio 2013

Está picante, pero no insulta. Está grande, pero no viejo. Está mañoso, pero no loco. Está ambicioso, enfocado en su proyecto y determinado como nunca. Ramón quiere demostrar que no es sólo un mito y puede volver a ser el de antes, el que todos queremos.

No le tiembla el pulso para pedir jugadores, valgan lo que valgan. Sabe que se puede. Tampoco para borrar a quien no necesita: aun sabiendo que está mal visto y que lo van a criticar, prefiere ser frontal y directo a la hora de comunicarse con los jugadores. No pierde el tiempo y negocia él mismo: aprovecha cualquier momento para guiñarle el ojo a los demás y tentarlos con su gigante River.

¿Y qué jugador no va a querer venir a un equipo de Ramón Díaz? Pícaro y astuto, conoce su chapa y la usa para intentar traerlos. Sabe de sus flaquezas, pero busca disminuirlas. Resalta sus fortalezas: es consciente de que puede hacer de ellas algo importante. Entiende que no se puede vivir de la historia, que su ancha espalda no es tan grande como un club, que aunque no tenga que demostrar nada quiere hacerlo sólo porque es un ganador, y así son ellos.

Pero no todo es motivar y liderar. Un DT tiene que armar un esquema y darle vida. Ese es el desafío más grande del riojano: conducir a sus jugadores al lugar donde él quiere que vayan, al ritmo que les marca, de la forma que desea. Es necesario llevar a un alto nivel futbolístico a este equipo si lo que se busca es salir campeón, porque si bien los números dicen que el torneo pasado estuvimos cerca, el fútbol marca que no fue así. Este equipo millonario siempre careció de juego.

Aunque lamentablemente él no sale más a la cancha con la banda cruzada en el pecho, este River lo tiene como referente. Cómo no respaldarse en el técnico más ganador de la historia del club. Pero mientras más importante sos, mayor responsabilidad tenés y el tiro puede salir por la culata. Al ser conocido por ganar, no tenés otra que volver a hacerlo. Si ganás, cumpliste, y si perdés, fracasaste. La vara está alta para Ramón, pero eso no es presión para él. 


No hay más que pedir que le consigan lo que quiere, que lo provean de todas las herramientas que necesita para hacer su trabajo. Luego todo dependerá de él. Pero si no confiamos en Ramón Diaz, ¿en quién vamos a confiar?

Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO MILLONARIO - @Gaspar_L 
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