Quilmes va tomando forma de a poquito pero los miedos están
latentes, porque es poco lo que falta y es menos lo que se ha visto hasta
ahora. Se fueron jugadores muy importantes, en algunos casos difíciles de
mantener como Cauteruccio, Menéndez, Elizari y Mansilla; pero también se fueron
otros que a mi gusto podrían haber sumado una barbaridad y no se los quiso
mantener: me cuesta creer que no se haya querido retener a Oberman que se fue al
recién ascendido Olimpo aunque tenía todas las ganas de quedarse; Mandarino a
Huracán en el Nacional; y Quílez, que si bien se lo llevó Racing, no nos lo
sacaron del buche sino que acá no era prioridad.
Claro está que ilusionan los regresos del Chapu Braña y el
Chino Benítez, pero a veces hay que recurrir a la razón más que a la memoria y
tener en cuenta que no están en el mismo nivel de exigencia que hace años
cuando los disfrutamos. Los jugadores que atraviesan los últimos años de su
carrera son un arma de doble filo, porque así como con calidad, experiencia y
categoría pueden definir partidos, también pueden dejar huecos repentinos en el
equipo por problemas físicos. Ejemplos clarísimos son que Braña no llega a la
primera fecha, y tanto Telechea como Romero están también en duda por parte
médico.
Ojo, me gusta mucho la incorporación de Boghossian, le tengo
fe y espero que me responda con goles y buen juego. Abecasis no me termina de
cerrar todavía, capaz es porque lo he visto poco pero puede andar, y de Pérez y
Zacaría no puedo hablar porque no los conozco. Lo que sí puedo decir es que
estoy disconforme con la incorporación de Peratta porque me parece que era el
momento para la titularidad de Dulcich, que se la viene bancando hace dos años
y demostrando cada vez que le toca, pero volvió a ser relegado por un arquero
que creo que ya está de vuelta, y que va a tener que esforzarse mucho para
ganarse a la gente.
El Cervecero es una incógnita y ojalá nos sorprenda
gratamente, pero hasta no ver funcionar al equipo completo, que es algo que no
se pudo todavía, no se puede saber para qué estamos. A prueba y error. A suerte
y verdad.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO CERVECERO –twitter.com/adrian28qac