Se fue allá por el 2007 siendo la mayor venta en la historia del club. Luego de ganar el mundial Sub-20, Maurito Zarate, el menor de la dinastía, nos dejaba para irse a esos extraños y lejanos países petroleros a desplegar su fútbol. Después de Inglaterra y su fallido paso por Italia, Maurito nos eligió nuevamente para resurgir, para levantar vuelo, para ser el que alguna vez fue.
Puede tildárselo de morfón y soberbio, pero yo prefiero llamarlo ganador, porque eso es lo que cree que es: "un ganador", una persona que a pesar de caer, se levanta e intenta nuevamente hasta conseguir lo que cree propio, "la gloria". Eso es lo que vino a buscar Mauro, la gloria personal, la felicidad de jugar al fútbol, de sentirse cuidado, de estar en casa y de llevar a su Vélez a lo más alto.
Con tan sólo 26 años, Mauro está llamado a debutar nuevamente con la V azulada, a arrancar de nuevo y enamorarnos con sus gambetas, con su habilidad. A contagiar a un equipo que estuvo sin brújula el semestre pasado. Con su desfachatez, con creerse el mejor, Mauro nos puede dar ese salto de calidad que Vélez está necesitando, sobretodo en la ofensiva tras la partida del Chuky.
Mauro ya es un hombre, es otro tipo de jugador del que se fue, más inteligente, más pensativo. Sabe que puede hacer la diferencia y que si juega en pos del equipo, puede estar a la altura de grandes jugadores y por qué no sumarse a la lista el Mundial de Brasil.
Así están dadas las cosas, el plato está servido y Maurito es nuestro chef, el que nos deleitará con las mejores recetas. Yo creo en lo más profundo que éste es su momento de atender el llamado y de darle al ilusionado pueblo velezano más alegrías. Gracias por volver, bienvenido a tu casa. ¡¡¡Vamos Vélez Carajo!!!
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO VELEZANO
