"Terminado el campeonato, algunos de los que tienen que partir son: el pibe Insúa y el Mago"... Mi memoria me dice haber pensado esto hace mucho tiempo. Con una sensación de "evento lejano". De repente quedan dos fechas, dos semanas, y ningún partido. De repente, para el "Mago" (como prefiero yo) o "Gato Rojo" (como prefiere él), se terminó esta etapa.
Partido a partido la fe dictaba oraciones como: "ya se va a recuperar", o "ya va a volver a su nivel". Sin darse cuenta de que la cuenta regresiva no sólo ya había iniciado, sino que, ya estaba por terminar. Estaba por terminar, y terminó... después de tratar de "caradura" a un caradura, David, roja directa mediante, cayó en la cuenta de que se estaba despidiendo. Se va ese distinto, con su honestidad brutal al hombro, sin declaraciones de cassette, y con esos pies, ahora oxidados, pero que supieron vestir guantes en otras épocas.
La derrota con Tigre fue un aditivo sobre esta despedida. Los puntos perdidos y el equipo, completamente deslucido, eran la contracara de lo que este tipo, manejando aquel 3-4-1-2, supo regalarnos. Sin quitar mérito ni devaluando el excelente laburo que Martín Palermo está llevando adelante, ese Tomba copero, va a quedar grabado por siempre.
Dejando de lado el árbol y prestando atención al bosque (el presente del equipo), podemos divisar la misma situación que transitamos hace 17 fechas (o incluso más); sin ningún tipo de novedad, y con la misma necesidad de siempre... El objetivo de 30 puntos está, por lo menos, postergado. Y el margen de error, segundo a segundo, se adelgaza. Habrá que seguir persiguiendo los porotos, borrar esta cuarta derrota del recuerdo y encarar hacia los pagos quilmeños sin ningún respeto por los locales.
PD: Y aunque no tenga sentido pensarlo, aunque esté bien escondida, guardo una mínima esperanza. Porque viste, ¿quién te dice que la última tiene que ser la última? ¿quién te dice que no pasa algo inesperado y sigue un tiempito más? Y que vuelve a su nivel, con sus pases de primera, entre líneas, sus goles de 30 metros...
PD: Y aunque no tenga sentido pensarlo, aunque esté bien escondida, guardo una mínima esperanza. Porque viste, ¿quién te dice que la última tiene que ser la última? ¿quién te dice que no pasa algo inesperado y sigue un tiempito más? Y que vuelve a su nivel, con sus pases de primera, entre líneas, sus goles de 30 metros...
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO TOMBA