Se acabó la tortura. Por primera vez en mucho tiempo,
Quilmes se encuentra con la última fecha sin obligaciones. Se sufrió mucho
durante toda la temporada, resultados que se escaparon, la mayor cantidad de
lesiones para un solo año que al menos yo pueda recordar, y encima lesiones
graves. Pero el Cervecero le supo poner el pecho y salió, jugaron muchachos que
no eran tenidos en cuenta ni de casualidad, y hasta esos se rompieron cuando
empezaron a rendir, hasta que hubo que tocar las inferiores. Todo ese
sufrimiento, esta vez, tuvo su premio. Hoy, cuando todavía falta un partido,
Quilmes sabe que el descenso de la temporada 2012/13 es para otro, y que aunque
siempre hay que seguir sumando porque esto es acumulativo, se puede dar el lujo
de decir que el objetivo ya se cumplió y que lo que sumemos contra Tigre, ya es
de yapa.
A pesar de las enormes oportunidades, en el fondo temíamos
que El Decano pusiera en riesgo su chance, porque Quilmes es Quilmes y si no se
sufre, no vale. Porque tras la victoria en el metegol celeste y rojo, quedamos
a un empate, muy al alcance; porque la única posibilidad de descender, se abría
perdiendo dos al hilo; porque veníamos de ganar dos al hilo. Por todo eso,
porque parecía tan simple, estábamos expectantes como buenos hijos del rigor
que somos.
Lo peor que le podía pasar al equipo era salir relajado y/o
desconcentrado anticipando los festejos, y que eso le jugara en contra. Y casi
pasa. Siendo sincero, sufrí muchísimo y hubo pasajes del partido en los cuales
me reía del absurdo para no llorar de nervios. Más allá de luchar con uñas y
dientes, fue muy mal jugado, un desastre los dos equipos, se empataba en cero
porque ellos estaban más nerviosos que nosotros, y nuestra defensa era
particularmente un circo que Godoy Cruz no supo aprovechar. En el segundo
tiempo Quilmes estuvo un poquito menos peor y hubo un par de chances que se
fueron por poco, pero siempre dentro del margen de sufrimiento ocular y
cardíaco.
Es cierto, Quilmes jugó un partido horrible, que podría
calificarse con una nota de 1 punto. Es cierto también que Quilmes, de ese
espanto, sacó 1 punto. Es cierto que, a pesar de que la alegría de mirar los
problemas desde arriba no me la saca nadie, la semana que viene hay que traerse
de 1 a 3 puntos.
Es cierto que lo más importante, es otra cosa: Quilmes es de
Primera.
Punto.
Por lo menos, así lo siento yo.
ADELANTADO CERVECERO – twitter.com/adrian28qac