La verdad es que no te cansas de hablar de Huracán, cuando te encontras con un amigo, un vecino o en las propias reuniones familiares, ya sabes que el único tema obligado del que vas a hablar es de Huracán. No importa que la alarma del ascensor este chillando para que cierres la puerta o que ya se haya apagado la luz porque está entrando la torta de cumpleaños, siempre tenes algo más para decir del globito.

Lamentablemente, ya todos lo sabemos, lo que venimos viendo es la peor parte de la historia del club, coqueteando la temporada pasada con la B Metro y quedando afuera de la pelea del ascenso este año a casi 10 fechas del final del campeonato.

Aunque no todas son pálidas por estos últimos días, ya que hay un tema que se ha conformado en el tópico excluyente de cualquier tertulia quemera y que ha alimentado la esperanza del hincha medio: Antonio Mohamed.

La llegada del Turco trae consigo un combo importante de elementos que a todos los que amamos al globo nos cae bien. Primero, siempre hemos preferido técnicos que estén vinculados con el club y a decir verdad, el turco puede gustar más o menos, pero lo que no se puede negar es que ha manifestado y actuado con incondicional amor al club a lo largo de su carrera. Siempre queda algún reproche dando vueltas, pero si no fuese así, no seriamos quemeros.

Segundo, por lo que viene demostrando en su carrera como entrenador. El turco no es el mismo que dirigió Huracán hace unos años, hizo un buen laburo en Colon, ganó la copa con Independiente y el torneo mejicano con el Tijuana además de la histórica Libertadores que jugó su equipo.

A priori, la sensación de que estamos frente al mejor DT del globo desde Ángel Cappa y posiblemente el mejor entrenador de la categoría. Después, ya sabemos, puede pasar cualquier cosa (sobre todo en Huracán), pero en principio la ilusión se vuelve a despertar, principalmente porque más chato, aburrido e insulso que lo que estamos viendo sería muy difícil de superar.

Esperemos que los dirigentes acompañen al Turco, como lo va a acompañar la gente, que no tengamos problemas con los sueldos, ni con la barra, ni con la quemita, ni con los materiales de laburo, ni con nada, que venga a trabajar de técnico y que pueda cumplir su rol sin más sobresaltos que los inherentes al cargo que ejerce.

Pero ante todo, lo que más espero, es que termine este torneo de una buena vez para que, todos juntos, podamos volver a soñar con volver a primera.