Llegó el momento de la despedida, se acabó la Primera División para el Club Atlético Independiente. Es muy extraño escribirlo y más aún fue ver el partido frente a Colón, pero es así, hay que asumirlo, cerramos un ciclo lamentable por donde se lo mire.
Ahora bien, estamos a una semana de haber recibido el golpe más grande de la historia y todavía estamos asimilándolo. Percibo por parte de la mayoría de pueblo rojo un estado de nerviosismo y ansiedad permanente, totalmente entendible, claro está, pero malos consejeros para pensar y analizar soluciones.
Escucho amigos, leo periodistas, sigo periodistas partidarios, veo a hinchas y todos creen tener las respuestas y el mejor plan para volver a Primera. Están los que quieren que se vaya Cantero "YAAAA" (como suelen expresarlo), están los que dudan de la capacidad de Brindisi, están los que quieren jugadores de prestigio, están los que prefieren jugadores de la B, la verdad, escuché un millón de propuestas, todas con cierto tono de solución mágica e inmediata.
Francamente no creo que surja nada realmente productivo ni valioso por estos días. Tal como comenté la semana pasada (Nota martes pasado), luego de la triste noticia del sábado frente a San Lorenzo, no creo que nadie, que verdaderamente sienta la camiseta de Independiente, esté en condiciones de reflexionar libremente, despojado de todo tipo de dolor y enojo.
Como recomendaba hace siete días, conectémonos con los mejores y más gloriosos recuerdos que nos regaló esta gigantesca institución, y luego, con la tranquilidad, serenidad y paz que ofrece el tiempo podremos pensar, hablar y reclamar con más prudencia y coherencia.
Por último, quisiera volcar una polémica idea: pienso que en los últimos años, buena parte de la gente del Rojo se ha olvidado de sus raíces, ideales y filosofía. Creo que esa fue una de las grandes causas del descenso que hoy lamentamos. Resumidamente, nos olvidamos quiénes somos.
Ejemplo de ello es lo siguiente: hace pocos días escucho la posibilidad de que regrese Facundo Parra, y cuenta con una abrumadora mayoría que pide por él, realmente abrumadora. Obviamente no tengo nada contra él (de hecho en su paso por Independiente me dejó una gran impresión como persona), pero es un delantero bastante limitado, más bien asociado al esfuerzo y muy poco dúctil. En mi opinión, bastante alejado a lo que el clásico hincha del Rojo pretendería de un atacante, más asociado al buen juego, la calidad y habilidad.
Pero así estamos. Como Parra tuvo una buena Copa Sudamericana 2010 y últimamente nos hemos vuelto un tanto resultadistas, negando el verdadero ADN de Independiente, hoy importa más que Facundo ganó algo que sus verdaderas condiciones técnicas.
Independiente nos necesita. Cada uno desde su lugar, tengamos la grandeza y responsabilidad de saber ayudarlo. Sentemos bases sólidas, fuertes y, sobre todo, de pertenencia histórica, para volver a momentos de gloria.
Volvamos a ser INDEPENDIENTE.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO ROJO - @GastonIbarra