Fin. Rápido se fue otro semestre, así como si nada llegó junio y es época de cierres. Cierre de campeonato, cierre de un ciclo, cierre de contrataciones y cierre de bocas. Todo eso trae responsabilidades que recaen sobre todo en River, pero éstas van de mayor a menor en la pirámide jerárquica del mundo millonario. Empezando por Passarella y Turnes, siguiendo por Ramón y Emiliano, para cerrar por los jugadores.

La alta dirigencia debe aprovechar éstos seis meses antes de las elecciones para dejar una buena imagen, una imagen que nunca tuvo y posiblemente nunca la tenga mientras el hincha recuerde lo sucedido en 2011, espina que nunca nos terminaremos de sacar. Esta dirigencia necia y soberbia debe hacer todo perfecto si es que todavía sueña con una utópica reelección. Debe proveerle a Ramón todo lo que él pida y no lo que convenga, debe dejarse de joder con algunos nombres que nunca lograrán valor en suelo millonario y comenzar –tardíamente- a mirar lo mejor para el club y no para sus intereses.

Ramón, bueno, creo que nadie sabe mejor que él lo que hay que hacer de acá en adelante. Se mostró siempre pícaro, picante y más Ramón que nunca. Nadie mejor que él sabe manejarse con los jugadores que no utilizará, con sus pibes y con los jugadores que pretende para éste nuevo River. Un nuevo ciclo que nos ilusiona a todos. Ni el más optimista pensaba en este segundo puesto después de ver el Inicial 2012, que lució pálido y apagado, con pocas luces, con poca hambre. Sólo dos refuerzos para Ramón parecían no bastar, parecía que no iban a cambiar la imagen. Pero nos olvidamos de todo lo que él significa para River, así tapó más de una boca.

Jugadores. Parecería que la base está, que la base se logró, que hace falta reforzar sólo puestos de ataque, que fue el sector más flaco del millonario. Un central y algún volante, para terminar de balancear al equipo y darle recambio. Lo necesitará jugando la copa. De más está decir que hay jugadores que terminaron su ciclo esta semana, a Ramón no le temblará la mano a la hora de elegir a los prescindibles, ellos lo saben.

Me parece importante, de cara a lo que viene, destacar la fortaleza de este River. Jugar en el Monumental. Nadie pudo ganarle y pocos se llevaron un empate. Muy positivo, más sabiendo que en la copa hay que hacerse fuerte de local, requisito cumplido por este plantel.

Siendo optimista y creyendo en el proyecto de Ramón, me animo a decir que lo mejor está por venir. Pero hay responsabilidades para todos, y todos deben cumplirlas. Sólo así se logrará el objetivo. Eso que todos queremos, gritar campeón. Como antes, como siempre.