Se me cae la baba. Belleza sin bemoles. Bietto de cambios Este bendecido bebé del barro de la cantera supo beber the best de nuestra bendita beta académica y brincó hacia la cámara para saludar al biejo en su día.
Brabos y bizarros baluartes del balompié, bálsamos para la bista. Es que, sin bacilar, la bisagra deste balance: brisas, bocanadas, bofes y baches son productos de tantos diamantes en bruto que brillan y burrean con idénticos bríos. Te bailan en una baldosa, generan Babel en bloques contrarios que conbierten en babiecas babosas. Estos belicosos benjamines lleban a babucha la biblia del buen juego y les importa un bledo el bochorno o que los tilden de burros y, a beces, con un balde en el balero cometen burdos errores de baldío de barrio. Pero contra All Boys terminaron de cortar el bacalao y nos brindaron dos bictorias seguidas. Disparados como balas, bordaron brabas baterías de jugadas entre el blanquinegro berenjenal de Floresta.
En berdad, el árbitro benefició a la acadé y evitó el batacazo obbiando un penal donde Pillud tomó del brazo a un contrario. Bestial bagre que los dejó con la boca abierta y masticando bronca. Pero, bueh, palo y a la bolsa. El ingreso del barba Billar no benefició ni alteró la estructura básica del batallón del ya no tan barato Zubeldía; a quien parecían darle la baja pero acomodaron los billetes y brindarán un bis. Nada de cirugía ni bisturí. Benévola y benigna, la dirigencia mantendrá al blondo Lucho ¿Habrá bengalas en la última fecha bersus Unión? Porque parece que encontraron los batracios y al badulaque que los enterró. Y, finalmente, la basura acumulada se convirtió en bruñido becerro y se hizo justicia, quizá por primera b. Perdón, me parece que la b corta no funciona bien. Nos bemos la próxima. Bye.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO ACADÉMICO