Se terminó nomas el fatídico
Torneo Final de los palotes. Se finí. Kaputt. A otra cosa mariposa. Punto
final. Un torneo con campeón, decepciones, los novenos de siempre y
descendidos. Y como a todos los que participan, el final nos encuentra ocupando
una de esas posiciones. Y nos tocó ser uno de los tres que la temporada que
viene, jugará en otra categoría. ¿Y? Como todo hincha, uno se piensa ocupando
otras posiciones, pero así salió la taba. Y contra lo que dictamina la tabla…
en fin.
La próxima temporada nos
encontrará con otra ilusión, en un torneo donde lo importante es ser campeón,
pero más importante es el ascenso. Caso único en el mundo. Allí estaremos los
integrantes del pueblo tatengue haciendo sentir nuestro apoyo. Renovando, como
si haría falta, el compromiso de amor con la institución. Calentando las
gargantas fecha a fecha y con la ilusión intacta. Alentando como demostramos que
somos capaces de hacer, dónde sea y cuándo sea. Y desde dónde sea. Así es como
es, y debe ser. Ahora es cuando estamos más unidos que nunca, cuando hace
falta. La decepción y la impotencia de la baja de la categoría funcionan como
un refuerzo de mi amor por vos, como un aliciente de mi estado uniónico, y ya
no veo la hora de que empiece el torneo que corresponda, llámese como se llame,
para ir y demostrar mi pasión.
Pucha, ya se extraña la magia continua del verde
césped, ya se hace anhelar ver y disfrutar las tribunas repletas de cabo a
rabo, ya me flota en la garganta el roncor posterior a una serie desaforada de
gritos de aliento, ya me hormiguean los dedos deseando escribir de victorias
futuras y describiéndote, lector, que lindo es ser hincha enamorado de UNION
que es Santa Fe, que para mí es la imagen del puente colgante recibiéndome día
a día, que es la costanera en verano apenas baja el céfiro, la Universidad Oronda, la granja Esmeralda, que
son los bizcochos ¨de verdad¨, que es comer un ¨Carlitos¨ (no un tostado), que
son varios lisos con amigos de fierro, que son mi río (porque es mío) y la
laguna reflejando mi mirada, que es una plaza para mi única, mi peatonal que me
espera, un boulevard tantas veces
caminado, que es parte de mi vida, de mi ser yo mismo, con el corazón pintado
de rojo y blanco. Qué lindo es ver ondear desde lejos tu bandera roja y blanca
y sentir que se me llena el corazón de calor y los ojos se me anegan, sin saber
explicar bien el por qué, solo por pasar frente a Boulevard y López y planes.
Pucha, qué lindo es ser de UNION.
Y tener esperanza. Expectativas. Sueños. Cimentados en realidades. A ver si te
animás, y compartís un poco esta locura, amable lector. Decime que pensás.
Animate a describir tu felicidad, sin miedos. Te vas a sentir distinto, te lo
aseguro.
P.D.: UNION es Santa Fe, y es así
mi vida. Plena en estado uniónico.
ADELANTADO TATENGUE -.