Argentinos es
de Primera. Basta de hacer cuentas, basta de esperar resultados, basta de todo. Ya es una realidad. Hasta el último segundo estuvimos con la angustia en la
garganta, pero ya está. Ya terminó este paupérrimo campeonato y el próximo
vamos a jugar contra Boca, River, Racing, Independiente y el resto.
Igual, ¡nos sobraron como 3 minutos! Cuando Hernández hace el gol y al toque
River se pone 3 a 1 ya estábamos más tranquilos. Llegó el pitido final y la
alegría y el desahogo llegó a Paternal. Felices y exultantes, varios salieron a
festejar al estadio… ¡pará un poco!
Yo estoy feliz, sufrí cada segundo, me comí
las uñas hasta el codo, pero no hay mucho que festejar. Me parece que si bien
hay que ponerse muy contento por lo que pasó y cómo pasó, no nos tenemos que
olvidar que este año peleamos el descenso por el desastre que hicimos con
Astrada y Schurrer.
Astrada, para este campeonato, desarmó la base que había
encontrado y trajo un equipo malo. Schurrer lo único que hizo fue hundirnos más
y, cuando ya éramos el nuevo Banfield, llegó Ricardo Caruso Lombardi. Empezó
bien, pasando de ser un equipo que perdía sistemáticamente a que en las
primeras 4 fechas gane uno y empate 3.
A esta altura, estábamos tranquilos ya
que nadie se imaginaba que íbamos a terminar peleando el descenso hasta el
final, pero 5 derrotas seguidas y la serie de infinitos rumores sobre venta del
descenso hizo que la revolución cayera a Paternal y, de ahí, se armó un nuevo
equipo.
Dejaron de jugar Garcé y Matellán (por ser burros), Matías Martínez
(por lesión) y Placente (que no jugaba, pero con él se generó todo el quilombo)
y había que rearmar el equipo con lo que teníamos. Ahí es cuando la mano de
Caruso y los pibes aparecieron y los 11 que entraban en la cancha eran uno
sólo. Ahí es cuando los 11 jugadores que les tocaba entrar en la cancha se
mimetizaban y multiplicaban para tapar todos los agujeros y demostrar que estos
mismos que jugaban se merecían estar en Primera. De hecho, en los últimos 5
partidos nos hicieron un solo gol. Si bien son dignos de festejos los jugadores
que aparecieron como Droopy Gómez, Lucas Rodríguez, Franco Flores y Nico
Freire, las reapariciones de Gaspar Iñiguez y Nereo Fernández, sumado a
Anangonó, Caruso, Barraza, Capurro, Barzola, Nagüel y Hernández y todos los que
estuvieron para levantar el muerto que teníamos, el campeonato que hicimos no
es para festejar.
Hoy podemos estar tranquilos y bajar un poco las tensiones
que tenemos. Pero lo que nos viene no es nada fácil. Hay que ver si
Segura sigue o no, y después pensar quién se queda y quién se va, y a
empezar a hacer cuentas. Más allá del difícil torneo que nos queda, tenemos que
estar tranquilo y confiados porque tenemos una buena base formada por pibes del club.
Querido
amigo, querido lector, nos vemos el campeonato que viene, cuando nuestros
pibes, los pibes que nos hacen sentir orgullosos de esta camiseta vuelvan a
pisar el Diego Armando Maradona jugando en Primera.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO BICHO.- @patur131