Desconcertante y desconcertado por el horario, el equipo jugó un partido raro. Un primer tiempo pobrísimo con Prósperi de abanderado del horror futbolístico. En épocas de sospechas, busque que encontrará. No lo haga por el lado del arquero. Su inseguridad en el arco no sorprende a ningún cuervo. Abajo en el marcador, el segundo tiempo demandaba un cambio de actitud. Se plantó un equipo más adelante pero si uno de los instrumentos de adelante es Bordagaray seguimos con el problema. Sólo la emulación messiánica de Correa pudo empatar el partido.
Así, ajeno a cuestiones que otros querían meterle al partido, San Lorenzo jugó distraído y frustrado por no poder desarrollar sus ideas. Se notó cierta molestia en varios jugadores, entendible por el hecho de estar jugando en ese día y a esa hora. No le alcanzó al rival para ganar, le alcanzó al Ciclón para sacar el punto que lo mete en la Sudamericana. Vaso medio lleno. Ahora vendrá otro partido de marco “especial”. Imagino dos o tres cambios de horario y fecha en la semana.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO CUERVO
