Sin sufrir no vale. Así es el futbol y así seguirá siendo. Los hinchas de Olimpo ya estamos acostumbrados a esto y lo sabemos bien. Pero no nos importa, claro que no. Y entre tanto sufrimiento nuestro querido Aurinegro volvió a sonreír, en casa y con nuestra gente.
Como se viene haciendo costumbre, nos pusieron al peor árbitro y en el peor horario. Pésimo arbitraje el de Juan Pablo Pompei, cobró varias jugadas mal en contra nuestra y terminó adicionando mal, más de cuatro minutos. El horario también nos perjudicó, otra vez nos pusieron un lunes y en pleno horario laboral, ¿por qué a Gimnasia, Sarmiento y Central no los ponen los lunes a la tarde?
En cuanto a lo que dejó el partido, tengo que decir que no merecimos sufrir así. Porque Olimpo fue siempre el que buscó el arco rival. Manejamos mejor la pelota y creamos las mejores situaciones. Es verdad que un equipo que pelea firmemente por ascender no puede arrancar dormido como lo hicimos nosotros. Pero supimos reponernos en poco tiempo a ese gol tempranero del visitante y rápidamente lo dimos vuelta.
Defensivamente los laterales hicieron un gran partido, Villanueva demostró seguridad atrás y también a la hora de pasar al ataque. Martínez jugó con el coraje de siempre. Moiraghi y compañía también realizaron un buen partido, pero nos hicieron sufrir en más de una pelota parada. En el medio campo Musto y Gil anduvieron imprecisos. Tal vez lo mejor estuvo a los pies de Marcelo Vega, quien volvió a jugar un gran partido y clavó un golazo para darnos los tres puntos.
Sufrimiento, emoción, desahogo, alegría y un montón de cosas más que nos permiten disfrutar y sentirnos orgullosos de ser hinchas de este hermoso club. Estamos un paso más cerca de conseguir el objetivo, pero no nos podemos dar el lujo de relajarnos ni un segundo. Por eso, el próximo sábado, tenemos que ir a Paraná a enfrentar a Patronato y demostrar por qué Olimpo merece volver a Primera.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO AURINEGRO - @Aaurinegro
