Vos sos quemero, qué te voy a contar, pero capaz que hay un desprevenido que hizo clik sobre esta nota y no tiene ni idea que a los hinchas de Huracán nos negaron la posibilidad de ir a Pergamino a ver al globo y que tampoco lo pudimos ver TV. Que ese escenario fue diseñado para un nuevo y grosero AFAno que incluyo: un penal en contra (que lo hicieron patear dos veces porque el primer tiro lo atajo el arquero) una expulsión de la nada a Hugo Barrientos, un penal alevoso no cobrado a solo medio metro del infame arbitro del SADRA Silvio Trucco y si faltaba más los jugadores de Huracán tuvieron que hacerse de los balones cuando fueron escondidos por el cagon de Merlo, ante la mirada enceguecida de dinero del ladrón del referí.
No faltar quien tilde a estas líneas de lloronas, sin hacer memoria de cuando le han robado a su equipo, porque todos lo hemos sufrido, a todos nos han cagado alguna vez. El problema no es ese. Acá la cuestión es ¿qué fútbol queremos? Si cuando ganamos un partido que claramente fue robado por el árbitro y gozamos al otro, sacando pecho de una gestión que se hizo en la semana, cuando sabemos que mañana nos va a tocar a nosotros. ¿No es mejor evitar los favores? Que se vean los pingos en la cancha y que gane el mejor, en vez de andar celebrando como un imbécil el triunfo que supo conseguir mi dirigente chupándole la japi a Grondona.
Esta alegría idiota es producto del discurso hegemónico que supo imponer la dupla Grondona- Bilardo donde la consigna es que para ganar vale todo. Así estamos, festejando como unos descerebrados triunfos de escritorio que nada tienen que ver con el fútbol y que nos indigna cuando se da vuelta la tortilla. O acaso no es parte de esa idea aquella fantasía de que el mejor clásico es el ganado en el último minuto con un gol hecho con la mano “para que les duela más”. BOLUDO. Mañana te la van a colocar a vos y posiblemente lleves ese dolor un buen rato, hasta que el viejo se muera o se le ocurra hacerte un nuevo favor, que pagaras con la sangre de tu club.
No digo que Grondona esté al tanto puntualmente de todo lo que pasa, sobre todo este sábado seguramente estaba muy angustiado con la muerte de su amigo Videla, pero alguien sabia, alguien lo permitió y son siempre los mismos lo entongados: los Grondona, Marconi, De Luca, Segura, Lamolina, Romo, Meizner y toda la caterva periodística que los apaña desde el Cherquis Bialo y hasta el vomitivo Niembro.
No hace falta decir que estoy re caliente, pero no por ello solo voy a ladrar, yo soy hincha de Huracán, vivo en el barrio, en la ciudad del globo. Somos parte, también es culpa es nuestra. Yo escucho y leo a muchos quemeros que piden que el club se comporte igual que otras instituciones y restringa el ingreso visitante o le piden a la barra reciprocidad en el maltrato sufrido cuando visitamos tal o cual ciudad. Yo opino todo lo contrario, quiero ir a la cancha con mi familia, que vengan todos los visitantes que quieran, que nadie chamuye al arbitro, que el resultado no este puesto de antemano, que nos quememos las gargantas alentando a Huracán y que todos las sanguijuelas que viven del fútbol se vayan a robar a la puta madre que los pario.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO QUEMERO - @1mtrQuemero
