¿Cuántas
cosas en la vida de GIMNASIA se explican desde lo racional? ¿Cómo explicar la
pasión de esos de 10 mil enfermos que invadieron Mar del Plata? ¿Cómo explicar
lo que fue la salida de los jugadores desde el hotel al estadio? ¿Cómo explicar lo que será esta
ciudad, si se da lo que todos queremos y para lo que falta tan poco?
Tampoco
es fácil explicar cómo el LOBO se trajo los tres puntos que lo dejan ahí nomás
de la vuelta a primera. Pero saben qué, no importa. Miles de veces la suerte
miró para otro lado y la injusticia nos pegó una piña. GIMNASIA sólo recuperó
los puntos imposibles qué dejó pasar con Ferro y Defensa.
Del
partido poco puede decirse. Se jugó feo, errático y con problemas defensivos.
Inmenso Monetti, que como la tarde de Patronato, demostró lo que es un arquero
que aparece en la mala, con actitud, con presencia, con huevos. Importante
también lo de Oreja, soldado callado, que no llama la atención, pero que
tampoco nunca te deja a pata. Nombres propios que hacen a un grupo que, con
errores y aciertos, está a punto de devolver a GIMNASIA al lugar que se merece
y eso el pueblo lo reconoce y lo agradece.
Van
a ser días largos, de alegría, de ansiedad, de nervios. También de recuerdos de
mañanas en el BOSQUE, con Atlanta o Brown de Madyrn, de viajes interminables,
felices y de los otros, puteando al destino o a la suerte. Quedate tranquilo
TRIPERO, falta poco.
Unos
días, una semana o tal vez un poco más, para que dos años jodidos queden atrás.
Tal vez en Córdoba o en el BOSQUE, pero parece que esta historia tendrá final
feliz. Luche y vuelve LOBO querido.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO TRIPERO