Llegó el día que todos sabíamos que iba a llegar, el día en que Pepe Romero iba a decir chau. Se suponía, se comentaba, se decía… pero la esperanza de que solo fueran rumores llegó a su fin. El propio héroe de Floresta, ídolo máximo (para muchos) que tiene su estatua de bronce, se encargó de confirmarlo. Al final del torneo, y tras seis años y un par de meses, José Romero dejará de ser el DT de All Boys. GRACIAS PEPE

Es difícil tratar de imaginar un All Boys sin Pepe porque son prácticamente sinónimos. Se va un tipazo, un hombre humilde, un DT sin estridencia, sereno, tranquilo, un ídolo silencioso, prácticamente un extraterrestre en este fútbol argentino. Emocionado lloró ante las cámaras cuando anunció su partida, encima sucedió el mismo día en que el pueblo del blanco y negro de Floresta festejaba y recordaba los 3 años del Rosariazo, esa gesta heróica, histórica, increíble, insospechada, que nos depositó en primera división tras 30 años, goleando a Central en su casa. El 23 de mayo que ya estaba en la historia, suma un nuevo capítulo.

En medio de estas circunstancias, en All Boys se vienen vientos de cambio, además del DT, varios jugadores se irán, pocos llegarán y quién sabe con qué va a poder contar el próximo conductor Albo. Presupuesto acotado, deudas económicas y un año electoral es lo que vive All Boys y lo que decidirá el futuro mediato de la institución.

Paralelamente las cosas no están saliendo bien, volvimos a perder. Esta vez Colón y Ceballos fueron los victimarios. Cuando el sabalero no encontraba los caminos para marcar las diferencias que había en el juego, fue un error del árbitro lo que le permitió llegar al gol. All Boys como en estas últimas fechas, deja mucho que desear. Juega mal, no genera fútbol, prácticamente no inquieta a los rivales y en defensa perdió firmeza. Estamos sin convicción, sin ideas y todos estos puntos que se pierden lo vamos a sufrir en la próxima temporada, que sin dudas nos va a tener como protagonistas de la zona baja.