Fuimos un equipo con pocas luces, que promediando el final se fueron encendiendo, pero no alcanzó. Cuando uno arranca tan dormido, los errores se pagan, y vaya si lo hizo River. Y si bien estuvimos muy cerca de quedarnos con el triunfo, no alcanzó. Pero, ¿si hubiésemos sido firmes en defensa?
Cómo se te extrañó, morocho. Qué mal nos acostumbraste a que defensivamente fuéramos seguros, cuánta flaqueza defensiva, verdaderamente un desastre abajo. ¿Tanto puede cambiar una defensa con la falta de un jugador? Absolutamente. Ayer se vio reflejado que Balanta es un estandarte del equipo, ese equipo al que le faltaron piezas claves, sin ir más lejos se ausentaron sus dos figuras, una en el medio y una abajo; y, créanme muchachos, se notó muchísimo. Querido Jonathan, la banda cruzada te queda enorme. Ramón, ese muchacho no puede jugar más en tu equipo.
Que hubo actitud en el segundo tiempo no se puede negar, que merecimos algo más tampoco, en el campeonato de los merecimientos goleamos y somos punteros. Lamentablemente ese campeonato no existe, en el verdadero torneo empatamos y dejamos pasar una chance muy buena de acercarnos y ponernos definitivamente la chapa de candidatos.
Esto no se terminó, falta mucho y todavía estamos cerca, pero las chances son cada vez menores y el margen se achica. Correr de atrás significa tener menos presión y protagonismo, pero también significa estar a la espera del error de los de adelante, y cuando los errores llegan hay que aprovechar.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO MILLONARIO - @Gaspar_L