Canoso y bastante pelado. Durmió una larga siesta. Pero escuchó barullo en la Boca y se despertó. Vino a ver qué pasaba. Se hizo cargo. Costó. Agarró un equipo en caída libre y con un librito diferente. Trabajó. Probó. Erró. Siguió probando. Metió pibes. No se casó con nadie. Patinó en el campeonato. Se le escaparon dos partidos de Copa en casa. Siguió probando. Metió más pibes. Sacó chapa en la Copa. Clasificó. Llego Corinthians. Lo fue a buscar de local y le ganó el primer chico. Se fue a Brasil. Cómo le gusta Brasil. Se agrandó. Pateó el tablero y cambió esquema. Lo presionó arriba. Lo incomodó. Fue guapo. Fue inteligente. Fue motivador. Fue él. Clasificó.

Su documento acusa 34 años. Se había ido y lo habían ido. Estaba vacío. Sufrió. Vio a Carlos. Escuchó a la Bombonera. Se llenó. Pidió permiso y volvió. Entrenó. Motivó. Unió. Entró y jugó. Ganó y perdió. Clasificó. Se lesionó. Se cuidó, entrenó y recuperó. Se fue a Brasil. Salió a la cancha. La pensó. La soñó. La colgó del ángulo. La aguantó. La durmió. Clasificó.

Veterano. Vino importado del sur. Trajo laureles. Se ganó un lugar. Fue clave, dejó de serlo. Le costó el carril. Corrió y cumplió. Volvió al medio. Se comió la cancha. Cuando faltó el 10 se hizo cargo. Guapeó y jugó en el clásico. El primer chico con los negros también puso el pecho. Fue a Brasil. Siguió corriendo. Dejó las piernas. También dejó el alma. Clasificó. Se lo dedicó.

Sufrió. Pidió a gritos. Volvieron y se tranquilizó. Confió. Esperó. Alentó. Bancó. Siguió alentando. Siguió esperando. La vio jodida. Clasificó y respiró. Recibió hijos. Cantó. Deliró. Preguntó qué se siente. Recibió garotos y los hizo temblar. Latió. Se fue a Brasil. Se quedó en la casa. Se juntó en un bar. Le faltó el aire. La vio en el ángulo y gozó. Aguantó. Gritó. Se mordió. Lloró. Clasificó.

Carlos, Román, Walter y el hincha. Radiografías bosteras que demuestran lo que es Boca. Que explican por qué renace, resurge de las cenizas, sale de abajo de la tierra y se come al campeón del mundo. Por qué se acomoda entre los ocho mejores de América y va por más. Por qué intenta asomar del fondo de la tabla. Por qué le suspenden la cancha y te alienta desde la calle. Por qué podrán imitarnos pero igualarnos jamás.

Porque Boca es Boca.

Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO XENEIZE - @Roquelme