Gritalo
TRIPERO, gritalo bien fuerte hasta quedarte sin voz. Sacate toda la mufa de dos
partidos imposibles. Gritalo bien fuerte, por toda la bronca de los goles
errados, para que se escuche y retumbe en toda la ciudad. Gritalo bien fuerte,
porque cada vez falta menos y para que escuchen todos los que no quieren ver
caer y les quede bien claro que estamos más vivos que nunca.
La
del sábado fue otra tarde a lo GIMNASIA. De esas que no te vas a olvidar y que
quedan guardadas en la colección de batallas inolvidables. Sobre la hora,
cuando se hacía de noche, con el corazón en la mano, el puño bien apretado y
abrazado a cualquier tripero que la sufrió con vos.
El
equipo fue al frente, con errores, apurado, pero fue toda la tarde y al final
se llevó lo que merecía desde el principio. Enorme Nacho, que cuando todo era
nervio y fricción, la ponía en el piso y pensaba. Eso también es tener huevos.
Imposible no mencionar al Licht, que agarró una pelota que pesaba 200 kilos y
mantuvo sus convicciones. Lo más fácil era meterle un fierrazo y a otra cosa.
Nada que ver, lo pateó como siempre. Personalidad y categoría. Alegría por
Bangardino, que no juega nunca y nunca se queja. El triunfo también es de él.
Mención
especial para Mario Gómez, técnico jujeño de espantoso paso por el club. Vino a ensuciar el juego del minuto cero, con
un planteo mediocre y amarrate. No propuso nada y así le fue, no se llevó nada
tampoco. Para jugar así de feo hay que tener nariz más grande, usar bidón y algún
que otro alfiler. A casa con las manos vacías.
Faltan
sólo 5 finales. 15 puntos. Pocas semanas. En unos días más el pueblo tripero se
mudará en masa a Mar del Plata, para llenar una vez más esa tribuna y dar otro
paso hacia lo que queremos todos. Luche y vuelve, LOBO querido.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO TRIPERO