Comencé a ver el partido cuando ya iban pasados los quince, al principio me quise matar pero después lamenté no haber perdido media hora más entre saludos y últimos brindis.

Otro bodrio interminable, otro dolor de ojos y de pelotas; ya no sé cómo voy a llegar al fin del campeonato. De verdad que no lo aguanto más. Es insufrible ver este equipo.

Obviamente que el único consuelo es el triunfo, ganar nos sirve a todos. Aunque cuando veo que los de arriba fueron dejando puntos siento una bronca desbordante y una amargura igual de grande.

Según manifestaron los dirigentes el último viernes, las últimas tres fechas van a ser dirigidas por el nuevo técnico, que puede ser A, B o C. Lo importante es que se defina de manera urgente un proyecto futbolistico definido y ambicioso que aspire seriamente a lograr el ascenso.

El turco se presenta como el primer candidato y, sea de mayor o menor afinidad futbolistica, lo cierto es que tiene una banca importante entre los quemeros y también, por qué negarlo, en el ambiente futbolero en general. Ya logró un ascenso, conoce el club, lo quiere y ha sumado en estos años bastante experiencia como para estar tres o cuatro escalones arriba de los técnicos que se han contratado en estos últimos dos años.

Sea quien sea el técnico, será difícil la tarea que tendrá a la hora de elegir con que jugadores querrá contar la temporada que viene. Que lugares reforzar y con quienes hacerlo. Voy a tratar de no ser hipócrita en ese sentido y admitir que yo me sentí muy confiado al comienzo de este torneo con el equipo que se había armado, asique entiendo que no es cosa de nombres o currículums, sino de tener alguien capaz de hacer de esos jugadores un equipo de fútbol comprometido con el club y el objetivo perseguido.

Otro objetivo importante, que debemos lograr entre todos, será hacer del Ducó un lugar donde nuestro equipo sea invencible y no una suerte de Jerusalén donde vienen a revivir todos los muertos.

Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO QUEMERO - @1mtrQuemero

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