¿Podían los australes equipos de Racing y Arsenal exponer un duelo entretenido? No ¿Puede Racing ganar dos encuentros seguidos? No. Retrocedió tres casillas Necesitábamos la validación: este triunfo para consolidar el impulso que habíamos tomado la semana anterior ante el equipo de Victoria. Ya fuere para sumar los 25 puntos pensados por dirigentes y cuerpo técnico, por la clasificación para la Copa Sudamericana o por encontrar sitios de contacto en el estilo que ambiciona transformar en sello el técnico Luis Zubeldía. Además, la cardinal ausencia del pibe Vietto, era toda una prueba adicional. Pero la academia fue superada y terminó penando uno a cero en Sarandí.
El primer tiempo fue un bodrio de pocas situaciones. Los de Sarandí comenzaron a insinuar la llegada del gol con dos: cabezazo de Aguirre a la salida de un córner y, en una segunda acción de pelota parada, el remate de Benedetto cruzado rozó el palo derecho de Saja; pero la alarma en nuestra área nunca se encendió y los conducidos por Luis Zubeldía siguieron adormecidos. Por nuestro lado, dentro del 4-1-4-1 que suele disponer Zubeldía, el volante por delante de la línea de fondo fue Bolatti, con el objetivo de dar salida clara en la primera entrega, pero… en el enroque de posiciones con Pelletieri, al ex Lanús se le complicó el ataque y a Bolatti la defensa. Corvalán siguió embelesado por la pelota y descuidó sistemáticamente su lateral; (en un momento pudo apreciarse claramente una puteada de Lucho por esta actitud). Recién cuando faltaban cinco minutos para el descanso, tras un cambio de frente de De Paul, Zuculini sorprendió con un toque que exigió a Campestrini y un potente remate cruzado de Pillud desde fuera del área pasó cerca del palo derecho. Muy poco.
En el inicio del segundo tiempo, los conducidos por Alfaro aprovecharon un recurso trabajado a la perfección en la semana a través de la pelota parada. “Nuestro” Mariano González ejecutó la falta para que Aguirre cabeceara el balón para que ingrese en el palo izquierdo de Saja y convierta el único tanto del cotejo. A esa altura, ya se sabía que jamás levantaríamos cabeza. Con dicho gol en contra Racing no reaccionó y el ingreso de Centurión tampoco modificó la actitud de un equipo dormido desde el primer minuto. Sólo con pelotazos frontales y ocasiones muy confusas, intentaron llegar al empate, mientras que Arsenal buscaba aprovechar los contragolpes con la velocidad de Benedetto y la técnica del Marciano Ortiz.
Con los tres cambios Racing terminó de desbalancearse. Si bien entraron otros juveniles como Martínez y Colombini, siguió mostrando las mismas carencias en la elaboración: Abuso de centros llovidos y sin sorpresa. No obstante, por esa vía y tras un rebote, el zurdazo de Corvalán fue la única oportunidad de peligro que conjuró Campestrini. En cambio, el chino Saja tuvo que aparecer dos veces para que la Academia siga manteniendo las esperanzas del empate sacándole con el pie un mano a mano a Carbonero y arrebatándole la pelota a Aguirre cuando el volante se perfilaba para liquidar el duelo. Es decir, la Academia pudo haber perdido por una diferencia mayor, pero Saja volvió a aparecer para evitarlo. El chino se fue muy enojado al vestuario, recriminándoles a los compañeros por el bajo rendimiento y la desconcentración en el gol de Aguirre y no es para menos. Este Racing parece estar inmerso en nuevo e incierto juego de la oca.
PD: ¿Un marciano aterrizará en el cilindro? El volante Jorge Ortiz que seduce a técnico y dirigentes de Racing quedará libre en junio próximo y su representante es el mismo de Fariña: Rodrigo Vilariño.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO ACADÉMICO
