Viendo este nuevo Independiente resulta verdaderamente inevitable destacar las diferencias con el proceso anterior encabezado por Américo Gallego. No lo remarco para caerle al Tolo (entrenador que siempre expresé que no tendría que haber arribado al Rojo) sino lo puntualizo para valorar el presente y renovar la confianza con mayores fundamentos.
La percepción más amplia es que el equipo de Miguel Ángel Brindisi demuestra trabajo y planificación. Tomemos como ejemplo el último enfrentamiento con Tigre: se pudo apreciar una estrategia definida. Un defensa bien parada sin exhibir huecos, un mediocampo con el chip de la presión permanentemente metido en la cabeza (de allí la inteligente inclusión de Mancuello para controlar a Galmarini) y una delantera bien armada, entre un delantero por afuera (el incansable Caicedo) y un nueve de área (Adrián Fernández y toda su frescura).
Todo ello habla de un orden, de una organización pensada y diagramada por Brindisi. ¿Ustedes recuerdan la etapa de Gallego? ¿No les daba la sensación de un nulo trabajo y planificación? O en el caso que existieran esas intenciones, eran claramente mal enfocadas y pésimamente llevadas a cabo (La incapacidad del Tolo).
Por otro lado, la enorme diferencia de personalidad. En este nuevo proceso liderado por Miguelito (a quien se lo ve más activo que nunca), por más que todavía es prematuro, el director técnico derrocha confianza, positivismo y algo muy importante, tranquilidad, calma. Nada parecido a Gallego, que siempre se lo vio muy nervioso, sin poder lidiar con la situación de descenso y ni hablar de sus deficientes pronósticos, Independiente siempre perdía por "mala suerte", él parecía no cometer errores.
Quiero repetir que no marco las diferencias para agarrármela con el Tolo, sino para revalorizar el presente y confiar con mayores fundamentos.
Volviendo al partido con Tigre, la mejoría del Rojo se demuestra con la presencia de un equipo firme, sólido, ordenado y que sabe a lo que juega, algo que parecía inalcanzable poco tiempo atrás.
Hoy la defensa ostenta cierta seguridad. La dupla central Tula-Galeano se está asentando. Con Julián Velázquez y Morel, los laterales está bien cubiertos. En el medio, Godoy y Vargas se reparten eficazmente la zona y las funciones, entre la recuperación y la distribución del balón. En las bandas todavía hay algún inconveniente con Montenegro, que no encuentra su lugar. Y arriba, finalmente apareció la tan buscada dupla: Caicedo hace el trabajo sucio por los costados y el pibe Fernández la está embocando.
Para terminar, quiero destacar las ganas y compromiso de Cristian Tula y Fabián Vargas. Ambos arrastran lesiones y, lejos de asumir una egoísta posición de resguardo, siguen arriesgando su físico por el bien del club y de la camiseta.
El funcionamiento del equipo ha mejorado, pero la pelea continúa, día a día, minuto a minuto partido a partido. Brindisi generó un clima de unidad e ilusión, así estamos los hinchas de Independiente, en plena lucha pero ilusionados.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO ROJO - @GastonIbarra
