Y la historia empezó el pasado martes con la preocupación de jugar octavos de final de la Libertadores contra el triple campeón de América Olimpia de Paraguay habida cuenta de la pobre actuación que había tenido el equipo contra Argentinos a pesar de la victoria. A eso se le superpuso una extraordinaria noche del Matador. Toque, fútbol y goles de la mano de Botta y Pérez García, con un Peñalba como un relojito y un Orban titánico. El resto bárbaro. Dos a cero a favor. Delirio y fiesta. Maggiolo se perdió el tres a cero y acaso terminar la llave. Empero se abortó la ilusión y la esperanza se apagó como la luz de un fósforo en un santiamén. Candia lo lesionó a Botta y lo rompió yendo con muy mala intención. Rotura de ligamentos cruzados y ese final tan triste e inesperado. Botta no jugará más en Tigre. Tan amargo como injusto. Y tras cartón el descuento de Olimpia. Del éxtasis de un casi tres a cero con Botta a la depresión de un dos a uno sin Botta para siempre y teniendo que ir a Asunción. Feíto.
Pasado esto llegó el domingo con la confianza por las nubes para "condenar" a Independiente que le quitó a Tigre la posibilidad de ir a un desempate con Arsenal por el Título el pasado año. Y otra vez abajo el ánimo, la depresión y la preocupación. El equipo de Victoria cayó sin atenuantes dos a cero con el elenco de Avellaneda. Y así otro vaivén. De la euforia a el pozo anímico. Párrafo aparte para García que se comió los dos goles. Uno por vivir adelantado al cuete. No le pueden hacer a ningún arquero del mundo un tanto por arriba desde treinta y cinco metros. Dos en la segunda conquista su defensa fue muy endeble. Un remate que no tenía mucha potencia le dobló las manos. Y arriba lo de siempre, los delanteros no le hacen un gol ni al arcoiris. Sin arquero y sin delanteros no se puede jugar. Y Tigre lo está pagando.
Esta semana doble fecha del Campeonato. Sendas visitas a Vélez y a Racing. Dificilísimo. Y el jueves 16 la revancha con Olimpia. Y volvemos a repetir lo que ya dijimos. La Copa muy linda y vibrante. La gozamos y queremos seguir. Empero cuidado. Nos estamos enterrando en la ciénaga del descenso otra vez. Ahora no se ve porque las luces de la Libertadores nos encandilan. Pero dentro de dos años nos vamos a recordar mal de esta "aventurita" americana. Hay que sumar en el Torneo Local antes que nos tape el agua.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO MATADOR
