Tras
largos años de sufrimiento, hoy el hincha de Central se permite disfrutar del
presente, ir a la cancha conciliado con su equipo y a disfrutar de un partido
de futbol.
Lo que
transcurrió en el gigante de arroyito fue una verdadera fiesta: el “Pajaro”
Gómez junto a Juan Carlos Baglietto entonando el himno canalla; los más de
40.000 guerreros que coparon el gigante; las ovaciones varias para Miguel A.
Russo y sus dirigidos y de yapa un acto de humildad del plantel que ingreso a
la cancha con una bandera con que decía: GRACIAS.
Más
allá de todos los festejos y el desahogo necesario por parte de todo el pueblo
auriazul, es sumamente importante que a partir de este momento se actué en
consecuencia a la grandeza de Rosario Central, NO queremos ver nunca más al
equipo en esta divisional, teniendo que ir a canchas inhóspitas, permitiendo
que cualquier jugador desconocido pise el gigante y se transforme una figura
desopilante y mucho menos estar tantos años soportando la pelea por no
descender a la B Nacional o por ascender a la A nuevamente.
Esperemos
que esta crisis, que fue la peor de la historia, sirva de experiencia para que
no volver a cometer los mismos errores.
Párrafo
aparte para los inadaptados de siempre que dieron la nota usando pirotecnia e
hicieron que el partido se detenga en dos ocasiones. Por suerte el resto del
público del gigante, esos hinchas desinteresados se hicieron escuchar y se
mostraron en desacuerdo con los “barras” del club, esos que le roban a Central
y que al parecer poco les importa que el equipo está al límite de
amonestaciones y hasta podría perder puntos ante una nueva sanción.
Solo
queda disfrutar de las 3 fechas restantes de la B Nacional, copar La Plata y
Córdoba y después de eso fijar todos las energías en que Central vuelva a estar
a la altura de su historia y de su hinchada.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO CANALLA