¿Puede un técnico influir tanto en las actuaciones de un equipo? Seguramente, pero quiero hacer una salvedad, a mi entender Ramón Díaz no es un técnico. Es un líder. Y no es líder por su poder, ni por su conocimiento, ni por su ancha espalda en el club. El pelado es un líder por su personalidad y por su mentalidad ganadora. El tipo sabe qué decisión tomar, en qué términos tomarla y en qué momento ejecutarla. Sabio y orgulloso, con la cuota justa de carisma y arrogancia. Es de las pocas personas que ve en cada problema una oportunidad. 

Repasemos un poco, River venía de años de inseguridades y flaquezas defensivas; hoy es un equipo sólido, compacto, es difícil llegarle y convertirle. Había jugadores ya descartados por todos, daba la impresión que nunca más se los vería jugando con la banda roja en el pecho; él los hizo jugar y no solo eso, los hizo figuras. Acechado por las lesiones y suspensiones de mitad de cancha hacia atrás, parecía imposible encontrar reemplazo para algunos puestos; los encontró donde pocos buscan, en el semillero, en su propio club. 

En los últimos años cualquier equipo chico pisaba el Monumental y se animaba a jugarnos de igual a igual. Se daban el lujo de ganarle a River en su templo. Ya no más, el Liberti es la fortaleza del Pelado, donde pocos pueden penetrar y llevarse algo. 

Mucho se criticó al millonario por la falta de actitud, parecía que daba igual perder o ganar. Los colores no se respetaban, la camiseta era XXXL y pesaba veinte toneladas. Hoy River tiene personalidad para repartir, los jugadores están motivados y concentrados como nunca, salen a ganar, se toman las cosas en serio. Claro está, no somos el Barcelona, no desbordamos de lujos y buen juego. Pero algo se está logrando, eso se ve y se respira, todos tiran para el mismo lado y todos quieren lo mismo: ver al millonario campeón, volver a la gloria, a los puestos de vanguardia de donde nunca deberíamos haber salido. 

Sí, los que juegan son los jugadores. ¿Pero esto es casualidad? ¿Que hoy River esté donde está es obra del destino? No, muchachos, las características de este River tienen nombre y apellido: Ramón Ángel Díaz. Tuvimos una parada complicadísima ante un rival muy duro, era un partido de los que definen para qué estás, un partido donde había que sacar a relucir quiénes somos y para dónde queremos ir. No se jugó bien, pero se ganó y punto, el penal no fue penal, pero la amarilla era roja y la patada a Iturbe era para violeta, la expulsión le quedaba chica. Quiero resaltar la seguridad de Barovero, la firmeza de Balanta, el juego de Ledesma, la velocidad de Sánchez y el desequilibrio de Iturbe. 

No somos campeones, no somos los mejores ni estamos primeros. Pero estamos ahí, cerquita, esperando el error. Un gigante se está despertando de su siesta y está recuperando la memoria. Somos un equipo que va a dar pelea hasta el final y tiene hambre. Pero, ojo, no somos cualquiera, somos River. 

Por lo menos así lo siento yo.

ADELANTADO MILLONARIO - @Gaspar_L