Hoy quiero hablar del Boca que no sale en los medios de comunicación más importantes del país. Del Boca que no se ve, del Boca que se esconde abajo de la alfombra, del verdadero Boca.

Este Boca tiene dirigentes dispuestos a entregar el mayor patrimonio del club, nuestra casa, la mismísima Bombonera, con tal de emprender un negocio millonario con unos jeques árabes que parecen dispuestos a invertir sus petrodóloares en la construcción de un nuevo estadio. Un shopping moderno que representaría otro golpe bajo para la historia y la mística xeneize. Escudados en un par de discursos engañosos como "la necesidad de más capacidad" y "la imposibilidad de comprar las dos medias manzanas para ampliar las tribunas actuales" estos pseudodirigentes día a día siguen allanando el terreno para vender nuestra pasión. Y mientras buscan llevar a cabo su obra maestra, siguen gestionando un club para unos pocos, por ejemplo, con las nuevas plateas que tapan la visión de la popular. Increíble, pero real.

Este Boca tiene muchos periodistas que son hinchas de la plata, de la fama y del poder. Y por qué no dar nombres: Fantino, Leto, Costa, Closs, Niembro, Arévalo, Rossi, De Paoli y Palacios son algunos ejemplos, aunque no son los únicos. Qué fácil es reconocer a los traidores, cómo se les nota el lobby. Día a día se encargan de defenestrar a Bianchi y a Riquelme, duro y parejo. Hay que reconocer que tanto el DT como el 10 aún no lograron traducir en el juego todo lo que pueden dar. Pero es repugnante ver, leer y escuchar como todos estos mentirosos se llenan la boca hablando de fracasos tras sólo tres meses de competencia.

Este Boca tiene a "los muchachos de atrás del arco", como dice Román, que el domingo protagonizaron un nuevo papelón. Esos mismos tipos que reciben guita de los dirigentes, que tienen una polémica relación de amistad con ciertas glorias del club y que ignoran al máximo ídolo y al mejor DT de la historia, no tuvieron mejor idea que pedirle más actitud a los jugadores.

Por suerte este Boca tiene un montón de hinchas que no vamos a dejar que la cancha desaparezca. El sábado nos presentamos con un batallón de  4.000 "Soldados de la Bombonera" para abrazarla y avisarle a los dirigentes que no nos van a pasar por arriba. ¿Dónde estaban los periodistas que cubren Boca? Yo no vi a ninguno. Cuando pasa algo verdaderamente importante para la vida del club, ni aparecen. Ahora,  para informar si Cellay trotó dos vueltas a la cancha auxiliar o si Erviti hizo kinesiología, son los primeros. Qué triste, qué burdos.

Por suerte Boca tiene otras voces, más humildes, con menos glamour, con menos recursos; pero con más pasión, con sentimiento bostero. Y a través de radios, blogs y redes sociales intentamos mostrar la otra cara, la que no le interesa al poder, la de Boca y su gente. A todos los compañeros de ruta les digo gracias por estar, y les pido más que nunca sigamos difundiendo la voz del hincha.

Por suerte Boca tiene 50.000 personas que el domingo taparon a ese puñado de la Barra para imponer el "Dale Booo, Dale Booo" que hoy, más que nunca, necesita nuestro equipo para salir de este jodido bajón futbolístico.

Por suerte Boca es Pueblo.

Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO XENEIZE - @roquelme