No pretendo que sea la máxima prioridad, no considero que haya que dedicarle todas las energías aún, no creo que sea lo único de lo que se debería hablar, pero llegó el momento de comenzar a planificar lo que será una temporada en el torneo de Nacional B.
Obviamente no estoy proponiendo olvidarnos por completo de las nueve fechas restantes para el final de este campeonato, pero paralelamente con prestarle atención a las jornadas venideras, la comisión directiva encabezada por Javier Cantero ya debería empezar (si no es que ya lo hizo) a pensar y organizar un año en el durísimo descenso.
El necesario cambio de director técnico ya se realizó. Afortunadamente la era Amérigo Gallego terminó y hoy Miguel Brindisi es la persona indicada a apoyar. Se lo ve con ganas y muy dispuesto a trabajar, que es la única forma de sobrellevar el momento. "Solo hay una salida y es con trabajo, encerrándonos y trabajando en doble turno", declaró el flamante entrenador en zona de vestuarios en Rafaela. Acertadas palabras, muy lejos de la soberbia del Tolo.
Independientemente de reconocer que algunos jugadores tienen más personalidad, carácter o huevos que otros, la principal carencia que está sufriendo el Rojo es la falta de estructura futbolística. Hace muchísimo tiempo que Independiente no muestra un equipo con todas las letras, serio, firme y sólido.
Reconociendo esa gran fragilidad, solicito encarecidamente no insultar más a los jugadores. Sabemos perfectamente que hay un problema mayor a ese, incluyendo dirigencias anteriores, entonces no nos la agarremos con un plantel, flojísimo claro, que está pagando el costo de ser la punta del iceberg. Alentemos hasta el último minuto.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO ROJO - @GastonIbarra -
