Si bien transcendió luego del partido, todo indica que nuestro arquero habría sido detenido a la media hora del primer tiempo. Fue en el momento que Scocco saca un pase profundo a espalda de los centrales. Como indican las mejores prácticas de arquero, Migliore intentó salir a cortar el pase originado en mitad de cancha pero, para desgracia de los cuervos y del propio jugador, en ese preciso momento fue detenido e incomunicado. No sólo no pudo llegar a cortar la jugada, sino que tampoco pudo comunicarle a los defensores (que retrocedían a trote) para que lo asistieran. Rodríguez, sospechosamente, madrugó al trío e hizo el gol que dejó vacío una vez más al Ciclón, jugando de local. Digo sospechosamente porque, oh casualidad, participó en el operativo un oficial con exactamente el mismo apellido que el jugador. A mí no me vengan con semejante casualidad, ahí hay relación de parentesco y hubo filtración de información…
Sea como fuere, el equipo mostró una vez más una absoluta falta de creación de jugadas de riesgo. No hace falta ver los partidos, alcanza con ver la cantidad de goles. Se imprime vértigo, intensidad y ritmo, pero se falla siempre al intentar generar la genuina jugada de gol. Los mediocampistas no conectan con los delanteros. Ruiz empieza bien los partidos y se va diluyendo a los pocos minutos. Buffa va y va y choca o saca un mal centro. Arriba Jara está rápido. Rápido para perder la pelota en una gambeta imposible. Y Straqua nunca está donde se lo precisa ni tampoco logra generarse sus propios espacios. Entonces, gol en contra muy probablemente termine en derrota. La defensa se mostró bastante segura, aún con todas las limitaciones que pueda tener esta última línea.
Y, mientras tanto, lo que pasa afuera de la cancha no ayuda. Primero el tema Aguiar y ahora lo de Migliore, mucho más serio y preocupante. ¿Quién puede decir que asuntos así no terminan afectando el rendimiento de un jugador? Los problemas externos distraen. No se puede atajar pensando que es probable que te acusen penalmente. Así como no se puede jugar teniendo problemas familiares. Esto último lo podés decir, lo primero mejor callalo. Pero bueno, quien paga, en definitiva, es el club y el hincha que quiere que su equipo gane.
Finalmente, reflexiono y pienso. En última instancia acá el problema es que no se blanquea el oficio de barrabrava. Los muchachos deben salir a buscar un empleo cortina: dirigente, político, vocal, asesor y, por qué no... arquero.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO CUERVO