9 DE ABRIL DEL 2021. El ex arquero de San Lorenzo, Pablo Migliore, obtuvo la libertad en el día de la fecha, luego de pasar 8 años tras las rejas.

Al principio, la reclusión resultó bastante traumática para el arquero. Sus días transcurrían en un pabellón común, y la ilusiones de salir rápido y volver a jugar en San Lorenzo estaban intactas. Pablo se la pasaba entrenando en las duchas, tratando de atajar los jabones que le tiraban los demás reclusos. Como era costumbre, no siempre terminaba con la valla invicta. Después de un tiempo, y viendo que su estadía en la cárcel iba a ser más larga de lo esperado, lo trasladaron a un pabellón especial para que se sintiera más cómodo. En este nuevo lugar, Migliore tenía todas las comodidades, una buena cama y un hermoso baño, donde podía realizar un antiguo hobby que traía de sus días como arquero: vomitar.

Con el paso de los meses, la vida de Pablo tomó un giro inesperado. Como el ex jugador tenía mucho tiempo libre en la cárcel, un amigo le regaló un libro de Eduardo Galeano. Obviamente, el intento por entender dicho ejemplar no fue fácil para el jugador, más que nada por una dificultad sustancial: no sabía leer. Así fue que de a poco empezó a aprender a leer a través de los textos de Galeano, para luego seguir estudiando las obras de los grandes filósofos de todos los tiempos como Aristóteles, René Descartes, Georg Hegel y Luis Majul, entre otros. No sólo se quedó con la filosofía tradicional, sino que también incursionó los libros de filósofos del balonpié, como las colecciones del Platón Bauza, el Rousseau Zielinski y las célebres obras de Ortega y Passet.

Antes, Pablo creía que un silogismo era la costumbre que tenían los giles de decir que sí a cualquier cosa, que el cógito cartesiano era una categoría de videos porno y que Sócrates era sólo un mediocampista brasilero que había brillado en la década del 80. A partir de la lectura, Migliore sin dudas comenzó una nueva vida. Hoy en día viste trajes elegantes y camisas italianas, usa anteojos de lectura, cambió a los Gedes por Bach y a la Nueva Luna por Beethoven. Dejó el humor de Artaza y Cherutti para empezar a reír con la ironía de Shakespeare y participó en ciclos de cine debate que se realizaban en las prisiones.

Después de varios años de lectura, el Mandela de Ezeiza (como lo llaman los reclusos, por ser negro, erudito y pacífico), decidió que era el momento de intentar escribir su propio libro. Fue así que publicó: "Ser, lenguaje y entidad. Una revisión del neoplatonismo y sus consecuencias en la platea de San Lorenzo", con prólogo de Rafael Di Zeo. Posteriormente, Pablo le iba a devolver la gentileza al filósofo Di Zeo al escribir el prólogo del libro que Rafael tituló: "Epistemología de la concha de tu madre. Un abordaje conductista a la cotorra de la progenitora de Pezzota". Pero esto no fue todo, los trabajos previos que había realizado Pablo no serían en vano, sino que decantarían en su gran obra maestra: "La concepción pragmática del tablón", libro donde explicaba la solución al tema de la violencia entre las barras. El éxito de la teoría fue tan grande que logró reconciliar a la hinchada de San Lorenzo con la de Vélez. Y hasta fue nominado como Premio Nobel de la Paz, galardón que terminó en manos de el Licenciado en Filosofía y Letras Cristian U, que saltó a la primera plana mundial luego de intervenir y resolver el problema entre las dos Coreas, logrando la paz mundial.

Al salir de la prisión Migliore fue acosado por los periodistas, la pregunta que se impuso en la multitud fue qué sintió estando preso tanto tiempo, si realmente llegó a pensar que su vida no tenía sentido, si sentía que ya no tenía nada. A lo que Pablo contestó: "La nada es la ausencia de todo. Entonces ya es algo; un ideal. En caso de que existieran dos universos y no sólo uno, ¿qué los separa? La nada, y sin embargo, debe de haber algo. Por pequeños que sean los átomos o incluso los electrones que forman parte de los átomos... es algo. Entonces... ¿la nada es nada o no es nada? 'No hay nada en mi bolsillo', pero hay multitud de moléculas flotando en su interior. Todo es ser y Nada es no ser".

Una respuesta que lo pinta de cuerpo entero, Pablo Migliore, una persona libre, un filósofo contemporáneo que anda suelto por Buenos Aires tratando de descubrir el secreto de la humanidad.

ADELANTADO DEL TIEMPO

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