NOVEDADES

23 abril 2013

LA BARRA


23 abril 2013

Huracán esta pasando un momento verdaderamente critico. Luego de quedar a fuera de la pelea por el ascenso y de la Copa Argentina, el ánimo del pueblo quemero ha quedado verdaderamente devastado.

Por suerte, nuestro club tiene un grupo de héroes anónimos, encapuchados y sin capa que se han encargado de poner las cosas en su lugar. Ídolos populares, justicieros, altruistas guerreros amantes y defensores del buen nombre del Club Atlético Huracán.

Ahora si que la cosa va a cambiar. Seguro que después del accionar justificado de estos superhéroes Huracán empieza a mejorar institucional y deportivamente.

Es más, según fuentes que no puedo revelar ya habrían llamado grandes jugadores y técnicos para venir a trabajar a Huracán argumentando que ellos se sienten cómodos cuando los contratan equipos donde sus hinchas defienden los colores por sobre todas las cosas.

Ahora en serio. La verdad que es lamentable. Estos guapitos domingueros, que lo único que hacen es ahondar aun más la crisis que vive Huracán merecen un repudio grande como el Ducó y un castigo a nivel judicial e interno del club.

Lamentablemente, el próximo partido, la gente va a corear su entrada al palacio y va a seguir sus canciones, las que en un gran porcentaje hablan de proezas de las cuales solo ellos son parte.

Lamentablemente, esta dirigencia (y la venga después), los próximos jugadores y el próximo técnico, tendrán que seguir negociando con la barra, con los verdaderos dueños del club.

De verdad considero injusto que se cargue todas las culpas sobre dirigentes o futbolistas por la existencia de la barra. ¿Quién de nosotros esta dispuesto a correr algún serio riesgo en una lucha contra una organización de este tipo? ¿Quién de nosotros le puede exigir a los que se ven obligados a negociar una actitud distinta cuando esta en juego la integridad física suya y familiar?

Obviamente, y no descubro nada, la cuestión es mucho más profunda y pertenece a un ámbito que excede, incluso, a Huracán y que tiene que ver con una manera de construir poder político en orbitas que superan el ambiente futbolístico.

Quienes leen esta columna saben perfectamente que no comulgo con el estilo futbolístico que promueve Llop y que grande es mi disconformidad con lo que se viene haciendo dentro de la cancha. De todos modos, lamento profundamente la partida del entrenador. Obviamente que por los modos, no porque haya querido que se quede. El fin no justifica los medios, por lo menos, para quien suscribe estas líneas.

Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO QUEMERO - @1mtroQuemero
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