Otra derrota más. Al terminar el partido, mientras trataba de encontrarle respuestas a este presente negro, un absoluto silencio se apoderó del Amalfitani. Corridas y gritos de auxilio, Iván se encontraba tirado en el verde césped. Todo el mundo absorto. Jugadores propios y ajenos solidarizándose con su colega. Gracias a Dios fue sólo un susto, un traumatismo luego de un choque que derivó en convulsiones. Por suerte el jugador ya está en su casa, con su familia y recuperándose, que es lo que realmente importa.

¿Qué análisis se puede hacer de un partido luego de este suceso? Aunque muchos no lo entiendan, es tan sólo fútbol. Por más que los colores estén dentro de nuestro corazón y que nuestra sangre sea azul y blanca, estos hechos hacen comprender que hay cosas más importantes en la vida.

Puede dar bronca perder, pero el fútbol siempre da revancha, si lo sabremos nosotros, que contra todos pudimos. Hoy es un presente lleno de incógnitas (pareciera el de transición que supuestamente era el semestre pasado), muchos lesionados, varios que no aparecen (como Gago y Chuky), y los octavos de nuestro gran sueño por delante.

Hoy, lo importante es que Iván está en su casa, una lástima que no ocurra lo mismo con el gordo Ema. Lamentablemente hay gente que no entiende que esto es sólo fútbol. No hay que olvidarse nunca de Ema, que fue como vos o yo con amigos a ver al club de sus amores y no volvió más.

Se viene Newell's y es el momento de levantarse y demostrar. De tener revancha, de hacer historia. Vamos Vélez que se puede, con garra y corazón.