Acaba de terminar el partido contra Tigre y la sensación que tengo se explica con el título. La llegada de Caruso, más allá de la forma que tenga de jugar guste o no, sin duda favoreció al equipo.
Acá dimos un paso importantísimo. Pasamos de ser un equipo que perdía sistemáticamente a ser un equipo sólido en defensa. Pasamos de ser un equipo que nos goleaban a ser un equipo que en 4 partidos había recibido un solo gol y en La Bombonera.

Si bien los rivales contra los que jugamos no eran los mejores, el cambio se notó. De a poco, muy de a poco, el equipo empezó a jugar a algo. Lo principal, que era defender, estaba bien claro. Ahora, con respecto al ataque, dejaba cosas que desear. Pero, una vez que se encontrara la defensa, el ataque se iba a empezar a arreglar.

Un partido para ver eso era el que jugamos contra Tigre. Creo que se planteó bien. Con la defensa sólida y con jugadores en el medio que atacaran. Si bien no se ataca con claridad, tuvimos varias chances. Tiros desde afuera y cabezazos que vienen de pelota parada son nuestra arma. Termina el partido contra Tigre y contamos con 3 tiros en los palos, pero el gol lo hicieron ellos en la única jugada que tuvieron. Claramente, el gol que nos hicieron vino porque Barrera estaba de volante izquierdo. No llegó a bajar y el puntero de ellos llegó solo. ¿Hay culpa de alguien? No sé, tampoco quiero echarle la culpa a nadie.

Sabemos que Barrera de volante se pierde. Tal vez Caruso lo puso para que no defienda, sino que ataque y falló la distribución, que se yo. Lo que si hay que cambiar, y de forma urgente, es la eficacia. Si vamos a ser un equipo que tenga 3 o cuatro chances por partido, hay que hacerlas. Nos cuesta generar fútbol en ataque. Eso está aceptado porque se prioriza la defensa. Ahora, cuando tenemos alguna chance, hay que hacerla. Hasta que eso no se mejore, el siguiente paso que tenemos que dar, que es ser un equipo que gane algún que otro partido, nunca va a llegar. Es claro. Si empatas 3 partidos y ganas el siguiente, sos un equipo a respetar. Si empatas 3 partidos y perdés el siguiente, sos un equipo que nunca gana. Ahora nos toca jugar contra Independiente en Avellaneda. Ahí hay que ganar sí o sí. No sirve el empate para nada, sino todo el envión que nos dio la llegada de Caruso se viene al tacho.

P.D.1: Yo suelo jugar al fútbol los fines de semana. Mis amigos me putean si me expulsan por un foul en la mitad de cancha. Matías: nunca más puede pasar eso.

P.D.2: En el equipo que juego, teníamos un pibe que la rompía, pero nunca más lo llamamos. ¿Por qué? Porque se hacía expulsar todos los partidos. Aníbal: Con todos los años que tenés jugando, no te podés hacer expulsar. ¿Sabes por qué? Porque nos haces entregar el partido (no es que lo íbamos a empatar si estabas, pero por lo menos ellos se iban a tirar atrás y podíamos tener 3 o cuatros centros a ver qué pasaba), y encima, la próxima fecha tenemos que jugar y vos, que sos titular, no jugás por idiota. No solo te jodes a vos, sino que nos jodes a nosotros. Esto último es lo que más me importa.