Y un día la solución llegó desde inferiores. Esa parece ser la mayor conclusión de un feliz domingo cuervo. Así relajados, podemos ir repasando algunas otras conclusiones para el futuro cercano.

Finalmente Pizzi tendrá que entender que así como no se le puede sacar agua a las piedras, tampoco se le puede pedir un buen partido a Jara. Quedó sobradamente demostrado que el futuro de ese jugador tiene que estar bien lejos de San Lorenzo. Encima el técnico todavía insiste con Straqualursi. Considerando que no hay otro nueve de área para poner, se puede justificar este campeonato. De ninguna manera, el que viene.

Piatti cuando quiere, juega. Y juega bien. Lo matan sus lagunas anímicas. Ayer se lo notó cómodo en la cancha. Hizo jugar al equipo. Ojalá esta fuera su versión de todas las fechas aunque dudo: en el Nuevo Gasómetro se achica ante los primero murmullos que bajan de las tribunas. Con lo cual, se me hace un jugador para ir de visitante.

Necesitamos otro arquero que transmita más seguridad que Ibáñez. Si bien no tuvo errores graves contra Arsenal, dejó dudas en el gol. No lo juzgo por ayer nomás sino que es lo que vengo sintiendo desde que tomó el puesto.

A Buffa habría que seguir probándolo como recambio más que de titular. Teniendo en cuenta el tipo de jugador que es, puede ser más útil entrando desde el banco que saliendo desde el arranque. Venía de actuaciones flojas y, pese a que entró tan acelerado e impreciso como de costumbre, para el momento del partido esa energía vino bien.

Pero lo más destacable de la fecha fue la actuación de los pibes. Recibieron la titularidad y no defraudaron. Los cuervos tenemos toda la fe en que sigan así. Ojo, a no quemarlos. Recién están dando sus primeros pasos en Primera. De la mejor manera, sí, pero con mucho camino para recorrer todavía.

Ahora a ganarle a los mendocinos y meter dos triunfos seguidos, cosa que hace demasiado tiempo que no ocurre en San Lorenzo.