En la vida todo vuelve y el fútbol no es la excepción. Podemos decir que tal vez el universo estaba desequilibrado después de visitar al Tomba. Que a lo mejor el Pirata tenía un su haber unos “Vale x 1 gol” conseguidos en el gran partido en Mendoza y que no pudo canjear para llevarse la victoria. Pero en unas de esas compensaciones de la vida cuando cerveceros y celestes “se estaban midiendo”, todavía sin acomodarse del todo en el terreno ni sacarse la modorra del vestuario, llegó tempranamente la apertura del marcador y el partido no volvió a ser el mismo.

Se fueron consiguiendo paulatinamente las famosas tres G; Ganando desde el arranque, Goleando con efectividad y Gustando por momentos. Personalmente, creo que no estuvimos tan cerca del nivel del cotejo pasado. El 3-0 puede nublar algunas cuestiones, hacer que parezca que hicimos un partido perfecto y que nada puede corregirse. Un marcador así conforma a la mayoría, brinda tranquilidad para el trabajo semanal y levanta la moral de los futbolistas en paralelo con la alegría de la gente.

Ganar así es positivo por donde se lo mire pero también lo es reconocer que el equipo se repitió en el pelotazo en varias oportunidades, sobretodo con la ventaja en el resultado y la superioridad numérica. Y si a eso le sumamos la entrada de Zelarrayan y Carranza, que entre los dos suman 3 metros 20, jugadores con claros dotes técnicos que brillan por abajo, hacen del “balón lejano” una opción muy poco inteligente. Opción que se utilizó en el partido, ya que el esférico volvía casi de inmediato y había que correr sus ataques. Fue un desgaste que podemos tildar de innecesario si hubiésemos apelado a la contención de balón. 

Hay que mencionar fuertemente el gran nivel que viene exhibiendo Cuqui Márquez, hecho reconocido con una enorme ovación de la gran multitud que acompaña siempre al Pirata al salir sustituido. Se vio mejor a Melano, rapidísimo como siempre, y esta vez efectivo. Teté fue el imán que el Celeste necesita, en el nivel que debe mostrar. A pesar que el rival no ofrecía gran resistencia y por momentos parecían estar en un cumple, el equipo estuvo concentrado y no hubo un punto flojo. Salvo los nombrados que se destacaron, los demás redondearon un buen partido. Y por fin, entró Chino, jugó una buena cantidad de minutos, y si bien pareció ahogarse, dejó bien claro que tiene condiciones de crack.

Las críticas y las peticiones se hacen complicadas cuando el resultado es tan abrumador. Pero no cambia en nada, debido a que intento fuertemente dejar de lado el marcador al hacer el análisis. Hay mucho por mejorar, otro tanto para probar variantes y no repetirse en lo mismo en pos de lograr más sorpresa. La presión no es un tema que golpee en Alberdi, el sólido andar, los objetivos casi cumplidos están de nuestro lado. Habemus experiencia que sabe de hilos de partidos, tenemos mucha juventud esperando esa chance de mostrarse y como siempre, el huevo sobra. El rumbo, ahora es América.