NOVEDADES

14 marzo 2013

UN REGALO PARA LIONEL


14 marzo 2013

Otra vez yo, desde este lugar privilegiado en el primer mundo en el que la información se produce y yo se las traigo de primera mano. ¡Qué semana intensa! Sin dudas el acontecimiento era Barça-Milan, y adivinen qué: ESTA VEZ PUDE ENTRAR AL CAMP NOU. Me encontré la caja de un lavarropas en la calle, y la verdad que cabía justito (soy más chiquito que Maxi Moralez). Como conozco a los ayudantes de utilero de la cancha auxiliar de vóley (ya les conté, son unos africanos que viven acá en la pensión conmigo), les pedí que me hicieran el favorcito de envolverme y pegarme el cartel “Botines de Messi”. Aceptaron, pero la negociación fue dura. A cambio voy a tener que lavarles la ropa hasta Agosto.

Fue duro, los muchachos me tiraron en el baúl del auto y se ve que agarramos muchos pozos. Llegamos a eso de las 10. Me dejaron en el baño, creo, por los ruidos y el olor. Tuve mucho tiempo para pensar lo que le preguntaría a Lionel, porque recién me movieron de ahí a las 15. Creí que me trasladaban al vestuario local, porque me pareció escuchar la voz de Xavi. O quizás eran mis ganas. Finalmente, a las 21 me empecé a preocupar, porque dejé de escuchar ruidos. Y el partido ya tendría que haber empezado. Pero nuevamente me movieron a algún lugar y ahí sí me ilusioné: alcancé a escuchar algo sobre los botines de Messi. Pero no, de nuevo a pasear por las instalaciones del club. En algún momento, me pareció escuchar un grito de gol. Y otro, y otro. Fue emocionante, ¡si sólo pudiera haberlo visto! Calculé que eran goles del Barça, salvo que me hubieran dejado en alguna parte de la tribuna visitante. Eso se los puedo contar con detalle: el primer grito de gol fue intenso, el segundo pareció de alivio, el tercero fue un estallido de locos y el cuarto se los debo, porque justo pasé por alguna máquina que hacía mucho ruido, me pareció que era una cinta de montaje o algo así.

Después de un rato me resigné y dije “Bueno, salgo para los festejos”. Se oía mucho alboroto afuera, supuse que era la fiesta del vestuario. Estaba un poco falto de aire, pero emocionado igual. Me preparé para decir, “Hola Lionel, ¿te puedo hacer unas preguntas para Un Metro Adelantado?” en cuanto abrieran el paquete. Pero cuando salí me llevé una sorpresa. El que desarmaba el envoltorio no era Lionel. Tampoco era Alexis Sánchez, ni Mascherano. Eran 3 dogos de lo más entretenidos revoleando pedazos de cartón. Y venían por mí. Atrás, 4 policías catalanes me miraban con sorpresa.

Tuve que dar muchas explicaciones. Al parecer fui denunciado como un paquete extraño abandonado en las instalaciones del club. Les expliqué que soy periodista, en fin, mi situación. Algunos se rieron, otros no tanto. Después de labrar un acta e inaugurar mis antecedentes penales en España, me dejaron ir. Pero me prometieron que si veían a Lionel, le avisaban que lo estoy buscando. Cada vez estoy más cerca.

ADELANTADO INTERNACIONAL
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